Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- La inflación en el país no da tregua y afecta las remesas, ese aporte que envían desde el exterior a familiares en Venezuela que no supera los $250 mensual y que es destinado principalmente para la alimentación y con dificultad lo extienden para medicamentos. Economistas consideran que el monto es insuficiente, debido a la inflación y que en los últimos cinco años los migrantes enfrentan mayor dificultad por falta de la debida documentación o capacitación para devengar ingresos más elevados.
Pero eso no impide la esperanza de quienes aspiran recibir el dinero que envía el pariente en el exterior que pueda cubrir una dieta balanceada que dependerá de la disposición de recursos.& ;No obstante, la cantidad de dinero también depende de los gastos propios que debe cubrir el que está trabajando en otro país. Las condiciones no están dadas para que la remesa financie algo más allá de la alimentación, no alcanza para atender la salud y ni pensar en recreación del familiar en Venezuela. El economista, Asdrúbal Oliveros, señaló que eso ocurrió en un estimado del 29% de los hogares venezolanos en el año 2022.
Es una situación que no mejora, según el también economista, Miguel Rojas, al señalar que las remesas no son una fuente importante para la economía, que debería fomentarse desde los ingresos propios que genere los que se quedaron en el país. Además de que «los montos no son suficientes, la inflación golpea de forma generalizada», incluso con operaciones en divisas y que también hay inflación en los otros países, en esos donde los venezolanos vieron una oportunidad de calidad de vida y están trabajando.
Son matemáticas que no cuadran en la calculadora de los venezolanos, cuando no pueden hacer un presupuesto que se corresponda con el ingreso de dinero, suficiente para satisfacer todas las necesidades. La situación se complica aún más al tratarse de familias numerosas o que tengan un gasto elevado por una emergencia en salud, y ni hablar de tratamientos o sesiones de altos costos para pacientes con enfermedades crónicas que exigen miles de dólares.
Tales dificultades son confirmadas por el análisis del economista, Gerardo Álvarez, quien expresa que los montos de las remesas dependen del nivel de ingreso del migrante que al ser profesional y que esté ejerciendo en el exterior sería más elevado. «Se habla de 150 a $250 mensual», pero cuando son venezolanos que no pudieron llevarse a los hijos por tantas limitaciones económicas, deben enviarles lo necesario.
Según el centro de documentación y análisis Cendas, la canasta básica en junio de 2023 estuvo en $530, considerando sólo 60 artículos sin incluir medicina ni recreación. «Sólo una alimentación básica puede ser cubierta por la clase media profesional, porque en la mayoría de los casos se necesita de un ingreso complementario«, precisa de la necesidad de desempeñar un segundo trabajo para sobrevivir en el país.
Es una encrucijada que termina siendo más difícil para adultos de la tercera edad sin tantos ingresos ni posibilidad de trabajar, junto al gasto permanente en consultas y medicamentos que pueden ser de montos más altos al padecer una enfermedad crónica. Son limitaciones comunes en hipertensos y diabéticos, patologías sencillas de mantener controladas, pero de lo contrario terminan revirtiéndose en discapacidades o complicaciones coronarias.
Álvarez precisa en función de sus cálculos que las remesas sólo representan un estimado de 2,5% de aporte al Producto Interno Bruto (PIB). Venezuela exige más ingresos nacionales.