Osman Rojas D | LA PRENSA de Lara.- La salud es un derecho que muy pocos pueden pagar. La galopante inflación que hay en el país y la falta de equipos especializados en centros públicos hace que pagar cualquier examen sea cuesta arriba para los pacientes. Da igual si se trata de una hematología (60 mil bolívares) o una biopsia (4 millones 100 mil bolívares) todo sube de precio conforme sube el dólar paralelo.
«El problema son los reactivos. Todo lo que es utilizado para el revelado de exámenes es traído de afuera y eso encarece el precio de todas las pruebas», comentó el administrador de un laboratorio ubicado en las inmediaciones del centro de la ciudad.
El encarecimiento diario de las pruebas no es un tema nuevo. René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en el estado, ha denunciado esta realidad en reiteradas ocasiones asegurando que la salud hoy en día es un lujo permitido para muy pocos. «La salud está privatizada. Lo admita el gobierno o no la salud no es gratuita», dice.