Rojas/Rodríguez | LA PRENSA DE LARA.- Como parte de la agenda de lucha que tienen los docentes desde hace 19 días, esta vez protestaron y marcharon en los alrededores de sus instituciones por circuitos educativos, bajo consignas como «y no, y no me quiero ir, yo quiero un sueldo digno para quedarme en mi país» y «la clase de hoy está justificada, porque la nevera la tengo pelada», entre otras. Las manifestaciones se vieron al oeste, norte y este de la ciudad.
En la carrera 16 entre calles 53 y 54, los docentes de la Escuela José Gil Fortoul se vistieron de negro, se colocaron sus medallas de grado y algunos hasta birretes, y aseguraron sentirse decepcionados porque el Gobierno nacional no reconoce los años de estudio que dedicaron para prepararse para la atención de los estudiantes.
«El traer las medallas representa la vocación, el amor a los niños y a nuestros padres que gracias a ellos es que conseguimos graduarnos, me siento defraudada porque el Estado tiene que ser garante de la educación, de los buenos sueldos y de que además tengamos ánimo de venir a trabajar, porque cómo venimos si nuestras familias no tienen alimentos», dijo la docente Zoraida Delgado.
En la calle 54 con avenida Pedro León Torres los docentes también manifestaron y aproximadamente a las 10:00 am marcharon hasta la plaza «Generalísimo Francisco de Miranda», ubicada en la calle 60, donde se encontraron con otros educadores.
Alexander Borges, secretario de la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación, seccional Lara, declaró que el Estado debe cancelar todos los beneficios de la contratación colectiva a los miles de maestros que esperan. «La ministra Yelitze Santaella se levantó de la mesa, dejó la negociación cuando el sector educativo más necesita su apoyo«.
Denunció además que los docentes continúan siendo amenazados por acudir a las convocatorias de manifestaciones en exigencia de sus derechos laborales. Se conoció de manera extraoficial que destituyeron de su cargo a Juan Escalona, quien servía como supervisor de Educación en la parroquia Guerrera Ana Soto, por presuntamente apoyar las protestas.
Los acompañan
Asimismo, padres y representantes con hijos inscritos en escuelas públicas se unieron a las protestas de los docentes en el oeste, en la avenida Florencio Jiménez, a la altura del Cementerio Nuevo, donde con pancartas, pitos, consignas alzaron su voz en contra de los sueldos pírricos que mantiene el Gobierno en el gremio.
Daniela Centeno, representante en la Unidad Educativa Teresa Carreño, ubicada en la comunidad Ruiz Pineda, informó que si bien necesitan retomar las clases para continuar con el aprendizaje de los niños, «estamos apoyando a los maestros porque no tienen ni para el pasaje«.