María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- A pesar que la educación es un derecho que no se puede violar; los sindicatos, docentes, federaciones y hasta los representantes califican como de una irresponsabilidad, el anuncio que asomó Nicolás Maduro, al referirse que las clases presenciales podrían iniciar en el mes de octubre.
El gremio de educación aseguró que es una medida que no tienen pie ni cabeza porque no existen condiciones de bioseguridad en las instituciones educativas, pues no cuentan con servicios básicos como el agua, lavamanos en buen estado, insumos de limpieza ni para desinfectar.
Dulce Meléndez, de la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación (Fenatev) señaló que es absurdo que anuncien un posible llamado a clases así sea por grupos «porque nadie nos garantiza que un educador, un estudiante o algún trabajador administrativo u obrero no pueda contagiarse de coronavirus«, pues añadió que la falta de gasolina hace que nadie tenga condiciones para llegar a cada centro educativo.
La profesora dijo que si los médicos que están en primera línea enfrentando el COVID-19 están sin insumos y sin herramientas, qué quedará para los docentes «porque tienen que evaluar que los tapabocas no se pueden usar toda una jornada completa, implica adquirir gel antibacterial y demás».
Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores añadió que están en contra de volver a las clases por la falta de condiciones. «Ni las federaciones ni los sindicatos regionales estamos de acuerdo, nosotros de manera responsable lo tenemos que decir, no puede haber un 7 + 7 para la educación«.
Adicional a eso, el sector universitario también se pronunció y aseguran que para ellos son las mismas condiciones, pues deben entender que los docentes no cuentan ni con un seguro para acudir al médico en caso que se enfermen «no tenemos seguridad», dijo Blanca Terán, presidenta de la Asociación de Profesores de la UPEL.
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