Daimar Díaz | LA PRENSA DE LARA.-& ;Despacho irregular de bombonas; cilindros casi vacíos o con las válvulas dañadas son algunas de las fallas que sufren los guaros con respecto al servicio de gas doméstico en Lara que con el paso del tiempo ha ido en decadencia y generado más problemas a quienes habitan comunidades populares.& ;
En el barrio El Coriano, al oeste de Barquisimeto,& ; se vive una peculiar situación. Hombres y a mujeres cabezas de hogar les toca salir de casa a comprar leña, pues la última vez que recibieron el gas fue hace 5 meses, pero el servicio duró menos de 15 días, pues algunas bombonas llegaron casi vacías y otras con las válvulas dañadas, lo que les hizo perder el servicio rapidísimo.& ;
«Cada vez tardan más tiempo para traer el gas a las comunidades, y cuando por fin lo despachan, siempre vienen las bombonas fallas, o con una fuga», fue la queja que elevó Luis Vásquez vecino del sector cuando se le consultó al respecto.
Con un sol inclemente y cargando en sus hombros varios troncos de madera que utilizarían para cocinar, José Martínez, otro habitante de la comunidad, retorna a su vivienda luego de un largo viaje en busca del «gas leña» el cual es su única opción, pues en su casa no cuentan con gas doméstico desde inicios de año.
Por lo menos tres veces a la semana los habitantes del sector La Esperanza al oeste de la ciudad deben salir muy temprano de sus viviendas para trasladarse hasta un cerro a varios kilómetros del sector para conseguir un poco de leña que les permita cocinar, pues desde hace 10 meses no les distribuyen las bombonas en la zona, poniéndolos a padecer por la falta del servicio.
«Al mediodía pareciera que el barrio se está quemando porque sale humo por todos lados, pero realmente es que se prendieron los fogones para cocinar porque más nunca nos trajeron el gas a la comunidad, y como nuestra luz es deficiente no podemos usar cocinas eléctricas y así estamos desde enero, pasando trabajo por el gas», manifestó Emily Díaz, miembro del consejo comunal del sector.
Son alrededor de 32 familias las que se encuentran usando fogones por falta de gas en sus viviendas, y en cada una de ellas habitan niños que ya empiezan a padecer enfermedades respiratorias por el humo que inhalan a diario.
«Los niños y los adultos mayores son los que más se han visto afectados, en las noches les cuesta dormir porque se asfixian y durante el día no paran de toser y esto sucede desde que estamos usando fogones por la falta de gas», añadió Maritza Castillo, quien tiene un hijo de 7 años quien padece de asma y no puede exponerse al humo.