Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- El descenso ha sido progresivo con la pandemia por covid-19. La Asociación Larense de Síndrome de Down (Alasid), apenas sólo queda con cinco estudiantes fijos, cuando hasta hace poco superaban los 15. La merma se debe principalmente a la dificultad para trasladarse a la sede, en la urbanización Santa Elena y que desde hace varios meses entregaron una solicitud a la gobernación para una ubicación más céntrica y accesible, frente a la limitación del dinero en efectivo, así como la escasez de combustible.
Al entrar a esos amplios espacios, la profesora Lilian Alvarado confirma que ayer se encontraban atendiendo a cuatro jóvenes con síndrome de Down porque les cuesta llegar, al considerar que algunos alumnos viven en pleno centro de Barquisimeto, Cabudare, San Jacinto y hacia el oeste. «Es tan complicado porque mínimo deben tomar 4 unidades de transporte y esto es un desgaste, además de gasto en efectivo», señaló aclarando que además les toca caminar, porque la buseta que los deja más cerca es en la avenida Los Leones y de allí caminan un largo trecho.
La sede es una casa de dos pisos, de salones amplios, pero vacíos, donde el polvo cubre los instrumentos musicales, la cocina para los talleres de repostería quedó con la nevera dañada y el taller de pintura al aire libre está lleno de escombros, porque al personal le ha tocado hacer el mantenimiento con apoyo de representantes. Las clases se impartían de lunes a jueves, y ya sólo entre lunes y martes hasta las 11:00 a.m.
De los 22 años de esta institución, la profesora Aimara Colmenárez lleva 5 años como docente. Ella sólo era representante y al ser madre de una de las alumnas, se ofreció como facilitadora. Una muestra de la colaboración de los representantes, al considerar las dificultades que atraviesa esta sede que preparó a jóvenes para el desempeño laboral, pero se muestra desolada por las dificultades desde la pandemia.