Denuncian exposición al COVID-19 en Dirección regional de Salud

Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Apoya el esquema de vacunación contra el Covid-19, pero no está de acuerdo de la manera como se está realizando en la Dirección regional de Salud, con la mayoría de personas de la tercera edad, sin cumplir el debido distanciamiento que puede comprometerlo a posibles contagios. Así difiere el concejal Francisco Carmona, además de reiterar que no cuenta con la cooperación de la Fundación de Desarrollo Social de la alcaldía de Iribarren.

La molestia empezó al apreciar al grupo de personas, que estaban aglomerados durante la espera e incluso en una fila larga en la acera. La entrada principal con los funcionarios controlando el acceso y aún estando a lo interno, se sentaban en unas sillas plásticas, pero sin respetar el metro de distanciamiento, aún en espacios abiertos. Una queja que también lo evidenció en la angustia de los asistentes, que seguían afuera y amenazaba con lluvia durante la tarde de ayer.

«Vemos positivo la aplicación de las vacunas en la Dirección de Salud, pero concuerda con el alto número de personas convocadas a vacunarse, sin cumplir con el distanciamiento recordado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)», dijo el vicepresidente de la Comisión de Salud del Concejo Municipal.

Recomienda una mejor logística que permita el número suficiente de sillas, de acuerdo a las personas llamadas y toldos para protegerse del sol o lluvia. «Lo que nos preocupa es que la mayoría de los asistentes son personas entre los 60 a 80 años de edad», lamenta de este grupo que resulta el más vulnerable para la infección del coronavirus.

Contó que solo hay dos funcionarios afuera, quienes están llenando los registros y el personal responsable de la aplicación, sin la participación de otras instituciones de la alcaldía en materia logística. Recalcó que todos los convocados deberían estar esperando sentados, resguardados bajo un techo y hasta con un baño disponible, por tratarse de adultos mayores.

Reiteró que la única crítica es por un llamado a mejor logística, para evitar tanto contacto entre los convocados y considerando que se trata de personas más vulnerables, tanto por la avanzada edad y riesgo de comorbilidad.