Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Una misa vestida del amarillo y fucsia de las bailaoras, así como la fuerza del cante flamenco que recordó el comienzo de la devoción por la Divina Pastora desde Sevilla, contó con feligreses de pie en la Catedral de Barquisimeto durante la Santa Misa flamenca pastoreña y que estuvo oficiada por el padre, Badoglio Durán.
La energía del taconeo de las ocho bailaoras de Estudio Castañuela sorprendía a los devotos. Al compás de «Yo soy pastoreño», que afianzaba esos lazos que se mantienen con las hermandades sevillanas y el especial arraigo capuchino.
«Recuerden que la devoción viene de Sevilla y tuve la dicha de vivir un tiempo allí, hasta existe una parroquia llamada Divina Pastora«, exclamó Durán, que se le canta a la Virgen del Rocío y que Dios siempre utiliza una excusa para buscar a sus hijos, mientras se acercaba a la guía de almas. Su mensaje estuvo centrado en el infinito agradecimiento a Dios, llama a no ser robots, a no vivir en automático, a vivir en Dios.
El flamenco siempre estuvo presente, incluso en las oraciones cantadas y que llevaban a 1.703, cuando el fray Isidoro de Sevilla dio a conocer la advocación de la Divina Pastora en una procesión. Las ofrendas empezaron con las banderas de España y Venezuela, así como la sagrada imagen del siglo XVIII.