Joelis Sosa | LA PRENSA.- La mañana de ayer un grupo de seis cooperativas de mototaxistas de Sanare decidieron tomar la Alcaldía del municipio Andrés Eloy Blanco para exigir seguridad en el pueblo y un buen servicio en el Hospital Dr. José María Bengoa.
La gota que derramó el vaso fue la recolección de un dinero que hicieron hace dos samanas para la reparación de las ambulancias del centro de salud y todavía no han visto ni un arreglo en ellas.
Esta decisión de protestar la tomaron luego de que el pasado domingo el pueblo se llenó de tragedia porque fueron asesinados dos jóvenes, entre ellos Robert Mendoza, de 30 años de edad, perteneciente a la línea Los Sanareños. Luego de hacer una carrera hacia el sector Las Lomas Mendoza fue impactado por un grupo de antisociales que estaban en búsqueda de su pasajero. El parrillero, de 16 años, también falleció tras recibir varios disparos.
La preocupación primordial de los mototaxistas es que están cansados de tanta inseguridad en el pueblo. Confiesan que desde septiembre han estado sufriendo por “un gran azote”, destacando el robo regular de sus motos.
“Cuatro motos robaron en un mes y ahorita en septiembre se llevan otra. Este es un pueblo pequeño, pero es un infierno grande”, rezongó uno de los mototaxistas consultado, quien resguardo su identidad por miedo a represalias.
Otra de las personas que murió este día fue Candelaria Hernández, una señora muy querida en el pueblo, quien fue arrollada por un carro el mismo domingo. “Las tres personas que murieron fallecieron por falta de un traslado inmediato porque en el hospital no hay ambulancias”, asegura María Guerra, una de los consultadas, quien lamenta que la falta de insumos médicos y operativos del hospital estén afectando a los residentes del pueblo. Estos tienen que ingeniárselas cuando se les presenta alguna emergencia.
Guerra también comenta que para el traslado de su compañero que murió en el km 16 de la vía a Quíbor, los mototaxistas recolectaron entre ellos 500 bolívares para el pago de una ambulancia. Reunieron 2 millones 500 mil bolívares y ese dinero fue entregado en el hospital pero no han visto ni señas de algún arreglo.