Moiselis Méndez | LA PRENSA DE LARA.- El decanato de Agronomía y Veterinaria de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) ubicado en Cabudare, continúa siendo un blanco fácil para la delincuencia, y es que según testimonios del personal docente, los amigos de lo ajeno aprovechan la soledad y la amplitud de terreno para apropiarse de los materiales para su reventa.
«Estamos desprotegidos totalmente…Hay un desmantelamiento total del edificio de Las Colinas» lamentó Francisco Carrasco, decano encargado de agronomía, quien además comentó que los robos son continuos en la casa de estudios.
Se han llevado las tuberías, aires acondicionados, puertas de aluminio, lámparas, mesas, sillas, han desvalijado los laboratorios y las oficinas administrativas. «Ni siquiera se puede dar una hora de clases en la sede» dijo Carrasco, admitiendo que los más afectados siguen siendo los alumnos que hacen vida en la universidad.
El robo más reciente fue esta misma semana, pero por la inseguridad de la zona, el personal que labora asegura que los asaltos son tan seguidos que no se pueden contabilizar, e incluso los delincuentes se las ingenias para encubrir sus fechorías.
«Colocaron unas barricas de basura para que nosotros no pudiéramos pasar hasta el edificio, cuando nos dimos cuenta ya estaba todo desmantelo» narró Carrasco, quien además aseveró que han pedido la ayuda del gobierno regional para hacer frente a los hechos delictivos, pero no han recibido respuesta.
«Sin presupuesto, ni vigilancia no se puede hacer nada» dijo el decano, pues aseguró que las comisiones de vigilantes si hacen su recorrido por la zona, pero solo una vez al día. La semana anterior, los delincuentes intentaron llevarse la transmisión de un tractor, sin embargo, por su peso no pudieron robarla.
Docentes y administrativos se han encargado de gestionar por su propios medios una solución ante la caótica situación, y es que ahora realizan vendimias, simposios, seminarios, entre otras actividades para pagar por sus propios medios un servicio de vigilancia para proteger algunas áreas como lo son los laboratorios de química y los edificios A, B y C, un pequeñ;o resguardo, aunque el presupuesto no arrope la totalidad del decanato.