Ana Uzcátegui | LA PRENSA de Lara.- A Venezuela la agarró la pandemia del COVID 19 con una economía enferma que en plena cuarentena está haciendo estragos en varios sectores productivos. La obligatoriedad que tienen las empresas de acatar un cierre temporal, y las múltiples limitaciones que han tenido los sectores priorizados para entregar alimentos ante la escasez de gasolina, deja como única alternativa viable, que en el país se logre un rápido «Acuerdo Nacional«, según lo plantea Ricardo Cusanno, presidente de Fedecámaras.
Asegura que en ese pacto debe estar sentado Nicolás Maduro, los militares, Juan Guaidó, empresarios destacados y cualquier sector de la sociedad dispuesto a trabajar para superar la crisis. «Las cosas cambiaron para Venezuela, hace seis meses el mundo estaba dispuesto a ayudar al país, hoy todos sufren grandes problemas económicos, si Venezuela no logra un rápido consenso quedará de última en la cola para recibir financiamiento internacional», apunta.
¿Cuál ha sido el impacto que ha tenido la pandemia para el sector productivo venezolano?
Hay sectores que no están operativos, como centros comerciales, comercio, turismo. Las decisiones del gobierno han impedido las operaciones del sector de aeronáutica comercial. Toda esta contracción de la actividad a nivel mundial se refleja en el sector financiero, pero con la particularidad de que en Venezuela, la crisis que ya estábamos viviendo se adereza con problemas más estructurales.
¿Cuánto tiempo más podría aguantar el sector privado para mantener sus empresas abiertas?
Cada empresario tiene una realidad distinta, depende de la capacidad de ahorro, de la disposición de seguir arriesgando en un escenario de incertidumbre. Pero el promedio de aguante es entre uno o tres meses para las empresas pequeñas, y seis meses para que las grandes puedan seguir pagando salarios e impuestos.
¿A qué atribuye que el gobierno no le ha dado auxilio financiero a los empresarios tal como ha ocurrido en el resto de Latinoamérica?
A que el Estado no está en la capacidad de poder ser más activo, aplicar medidas que protejan y salvaguarden a ciudadanos y empresas, porque el ingreso de la actividad que nutría las arcas del Estado hoy está detenido, que es el sector petrolero. Se vino abajo la producción de crudo. Durante 20 años unas políticas erradas destruyeron el sistema productivo, ahora se suma el problema de la caída de los precios del petróleo que nadie vio venir.
¿Cuántas empresas en el país han cerrado sus puertas de forma definitiva?
Tenemos casi un 60% del sistema empresarial cerrado por la pandemia, pero no podemos decir cuáles pueden reabrir, cuáles no. Más que pensar en cifras de la muerte empresarial, lo que estamos es diseñando una propuesta de reactivación en materia económica, con los protocolos de seguridad que salvaguarden la salud de trabajadores y consumidores. Es obligatorio buscar consensos porque si no serán más dantescas las consecuencias de esta pandemia.
¿Cuáles son los rubros más afectados?
Todo el sector terciario, restaurantes, espectáculos, cines, centros comerciales, hotelería, aviación. Además en Venezuela el problema del combustible hace mucho más complejo el trabajo del sector agropecuario
¿Cómo ha impactado la falta de gasolina a las empresas?
Es un nuevo gran obstáculo para poder darle salud al sistema productivo. Venezuela depende única y exclusivamente de la movilidad a través de combustibles fósiles, aquí no ha habido una política de vehículos eléctricos, porque nunca se ha tomado la decisión de sincerar los precios del combustible. No tenemos un gran sistema ferroviario para transportar productos, por eso la solución que hemos dado es que se permita la importación del combustible por parte del sector privado
¿Cómo está el sector de alimentos?
Estamos en un tiempo donde debería comenzarse a sembrar y a preparar el campo para tener comida dentro de seis meses. El sistema agroalimentario industrial tiene materia prima, pero eventualmente va a tener que comprarla en Venezuela o traerla del exterior, la situación es que otros países también están viviendo las consecuencias del coronavirus.
¿Habrá alimentos qué distribuir para dentro de unas semanas, o meses con tantas limitaciones?
Fedeagro y Fedenaga tienen un compromiso con el país. Ellos han tomado la firme decisión de seguir produciendo.
¿Estaría dispuesto a participar el empresariado en un gobierno de unidad nacional con Maduro, Guaidó y los militares?
El cambio del gobierno es un tema que es mucho más complejo de cara a la pandemia. Estamos proponiendo un «Acuerdo Nacional». Que las partes se incluyan, se sienten, se diseñen soluciones con visión de futuro. Fedecámaras no está hecha para ejercer el poder, nuestra labor es influenciar en el diseño a las mejores políticas públicas.
¿Pero se han reunido con todos los sectores políticos?
Apenas se anunció el primer caso de coronavirus en Venezuela, 48 horas después estábamos reunidos con la Vicepresidencia del República, luego hicimos planteamientos transversales para mantener activos los puestos de empleos y los bienes y servicios. Necesitamos del Ministerio de la Defensa porque hoy la seguridad militar tiene un importante peso para coordinar el tema del combustible, y también hemos enviado esa propuesta a la Asamblea Nacional legítima, que preside Juan Guaidó porque hoy urge un gran pacto de gobernabilidad.
¿Ve factible que el «Acuerdo Nacional» se dé a través de la transición?
Se puede dar en el modelo que sea, pero debe ser construido para y por los venezolanos y que tengan el respaldo en toda la comunidad internacional.
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