Lorena Rojas | LA PRENSA de Lara.- «Antes podíamos celebrar el Día de las Madres con parrilla y piscina, pero ahora sin dinero, con la familia incompleta por los movimiento migratorios y con restricciones por la cuarentena, es imposible celebrar este día como ellas se lo merecen», aseguró Simón Roseldo, vecino de Barrio Unión, quien lamentó que este año las reinas de la casa no festejaron su día.
El día de las madres se vivió muy «apagado». La falta de gasolina hizo que hijos y nietos no pudiesen visitar a sus madres y abuelas para hacer el tradicional sancocho en casa y la falta de dinero y las medidas de confinamiento no permitió llevarlas a pasear.
«Es muy triste como se vivió este día de las madres, cada quien en su casa encerrado», dijo María Noguera.
Los regalos y detalles de último minuto tampoco se vieron, a pesar de que la mayoría de tiendas en el centro abrió sus puertas pese a las restricciones.& ;
Hicieron el esfuerzo
Es costumbre para muchos hijos después que la madre fallece ir a visitar la tumba el día de las madres para honrar su memoria y compartir un momento en familia, pero esto no fue posible para muchas familias, mayormente por la falta de gasolina y transporte público.
Los 14 hermanos de la familia Guédez visitan la tumba de su madre cada segundo domingo de mayo; esta vez apenas se habían podido reunir 4. «Me levanté muy temprano para caminar hasta aquí, me da mucha tristeza que mis hermanos no pudieron venir porque viven en otros municipios y no hay transporte», dijo Ana Guédez, quien caminó hora y media para llegar al cementerio.
Willian Guédez señaló que en años anteriores llegaban temprano y hasta hacían un sancocho frente a la tumba, pero ahora tenían que devolverse antes de las 10:00 am para evitar exponerse mucho al sol y evitar también sanciones por violar el confinamiento.
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