José D. Sequera | LA PRENSA de Lara.- Militares se ven por doquier. La custodia que están haciendo funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en instituciones del Estado tales como centros de salud, Corpoelec y estaciones de gasolina, genera suspicacia entre los larense, pues aseguran no sólo ralentizan el acceso a estos lugares, sino que incurren en el matraqueo.
Las estaciones de servicio son las que generan mayores denuncias. Aunque la semana pasada el jefe de la ZODI-Lara, Santiago Moreno, confirmó que la GNB custodiaría las 108 gasolineras que hay en Lara, siempre y cuando estén surtiendo. Hay quienes esperan hasta cuatro horas en una cola por combustible, choferes dicen que los militares «no sirven para acomodar las colas«.
«Ellos no ayudan en nada. Estoy desde las 9:00 de la mañana esperando que llegue el camión y eso ocurrió a la 1:00 de la tarde. Los guardias dijeron que esperáramos 40 minutos, pero son más de las tres y todavía la cola no avanza», comentó molesto Aníbal Riera, desde la cola de la gasolinera ubicada en la calle 42 entre carreras 20 y 21.
Unos vehículos más atrás, Hildemaro Chávez estaba igual de molesto que Riera, recordando que hacía tres días atrás un funcionario intentó matraquearlo en la bomba de la avenida Libertador a la altura del Domo Bolivariano. «Le comenté que soy taxista y necesito trabajar, pero me salió con que le diera 50 mil bolívares para hacerme pasar sin cola, obviamente no accedí», dijo.
En un país donde, según la fundación Insight Crime Venezuela, el 70 por ciento de la población desconfía en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), la presencia de los militares en estos espacios se volvió cotidiana desde la ascenso de Nicolás Maduro al poder en 2013, para «garantizar la paz«, tal como lo ha dicho el propio Jefe de Estado en más de una ocasión.
Donde también está «garantizada la paz», es en las distintas oficinas y sedes que tiene Corpoelec en Lara. Por ejemplo ayer en la mañana fueron vistos, tanto en la oficina comercial de la avenida Vargas con carrera 24 y en la subestación Cabudare ubicada en la Intercomunal, funcionarios militares con su arma de reglamento entre sus brazos.
«Desde hace al menos dos años hay militares en oficinas de Corpoelec para evitar que hayan sabotajes, pero esta semana se fortaleció la presencia militar por el despliegue de Navidades Seguras. Incluso, para los trabajadores no es engorroso ingresar a las oficinas», apuntó de forma anónima un trabajador de la estatal eléctrica.