Crisis y cuarentena aniquilaron al sector privado

Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Un saldo mortal es lo que ha dejado la pandemia y la paralización económica que registra Venezuela desde el 16 de marzo. Según el balance que hicieron las principales cámaras económicas de Lara, y los tres sindicatos que agrupan tanto a trabajador públicos como privado, Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Unión Nacional de Trabajadores (UNT), y Alianza Sindical Independiente, la crisis ha dejado una contracción del 80% del Producto Interno Bruto (PIB) este año.

«Hoy somos el 20% de lo que éramos siete años atrás. Durante estos meses se potenciaron negativamente la gran mayoría de los marcadores de gestión en todas las áreas, con la contracción económica mayor al 30%, hiperinflación, cortes eléctricos, falta de combustible, gas, agua, como también los precarios salarios incapaces de cubrir las necesidades básicas de una familia, cuyos integrantes según dato de la Encuesta Condiciones de Vida (ENCOVI) consume en promedio entre 650 y 750 calorías diarias, las mismas calorías que consumían los judíos cuando estaban en los campos se concentración de la Segunda Guerra Mundial», así lo expresó Giorgio Reni, presidente de Fedecámaras Lara al leer un comunicado firmado por trabajadores y empresarios.

Exigen al gobierno nacional que cumpla los convenios internacionales firmados con la Confederación Internacional del Trabajo (OIT), en la que establecen el diálogo tripartito para discutir aumentos salariales, seguridad social y contrataciones colectivas. «Hoy las empresas básicas de la entidad operan al 15% de su capacidad instalada, solamente dos sectores no registraron una contracción que fueron Alimentos y empresas de salud por la pandemia», comentó Mahomed Hussein, presidente de la Cámara de Industriales de Lara.

Ronald Arias, presidente de la Cámara de la Construcción dijo que el sector se encuentra paralizado en un 95% y este año se han perdido 25 mil plazas de trabajo. Mientras que Alberto Domínguez, de UNT, informó que el 55% de los trabajadores públicos han abandonado sus puestos de trabajo por los bajos salarios.