Euseglimar González | LA PRENSA.- Los panaderos artesanales se las ven difícil en estos tiempos de crisis, pues la escasez de los principales ingredientes (harina de trigo y azúcar) golpea la producción.
Jesús Jiménez cuenta que tenía tres meses que no vendía pan salado ni dulce por falta de harina. Apuntó que la realidad de los panaderos artesanales que no tienen un “cupo” en los molinos es más difícil, pues tienen que recurrir a la venta por sacos con sobreprecio.
“Lo que pasa con esos panaderos artesanales es que los molinos no han abierto más registros para tener el cupo y por eso a ellos les cuesta más trabajar. El Gobierno nacional debe beneficiarlos a ellos también”, señaló Josefina Colina, quien compra panes al mayor para la venta.
Otro problema que tienen los panaderos es con la escasez de azúcar, pues artesanos consultados detallaron que no solo necesitan de ella para la creación de panes dulces, sino que para el salado también requieren de ese ingrediente.
Jhonny Sánchez, propietario de una panadería artesanal apuntó que no tiene problemas con la distribución de la harina porque está registrado en el Sistema Integral de Control Agroalimentario (SADA). Aunque no negó que cuando los molinos no envían los sacos sufre.
“Al panadero que le afecta es al que está en las comunidades. El Ejecutivo nacional debe controlar las ventas de harina porque hay muchos bachaqueros que se aprovechan de la necesidad”, comentó Gabriela Guanipa mientras compraba pan.