María B. Jordán | LA PRENSA de Lara.- En El Valle, de Palavecino, la falta de energía eléctrica se ha convertido en un crimen sobre todo contra los ancianos que viven en esta urbanización que desde hace 8 días esperan que Corpoelec les repare un transformador que se dañó tras una tormenta.
El miércoles 11 de septiembre un rayo impactó contra un transformador de la calle 3 con avenida 2 y lo averió y desde ese día 20 familias de las 130 que viven en la urbanización viven en la oscuridad, incómodos y agobiados por el calor.
Allí habitan, en su mayoría, personas de la tercera edad quienes debido a las altas temperatura y no poder refrescarse por falta de luz han tenido problemas de presión arterial entre otras cosas. Tal es el caso de Carmen Boscán, de 84 años de edad, quien sufre de diabetes y tras un ACV perdió la movilidad y tiene que estar día y noche acostada.
La abuela tienen un colchón antiescaras que no lo pueden usar por la falta de luz «porque ¿cómo lo inflamos si no hay electricidad? y ya le salieron dos escaras cercanas al glúteo izquierdo», aseguró Lisset García, una de sus nietas, mientras que con una carpeta amarilla en mano y la linterna de su celular atendía a su abuela durante una cura. La dama reflejaba el cansancio físico y mental que sufre junto a sus vecinos.
«No podemos prender el aire ni ventilador, tenemos que mantenerla fresca bañándola cada vez y con toallas húmedas», acotó García, quien fue una de las que ayer en plena entrada del sector protestó pidiendo solución inmediata a Corpoelec, donde ya han colocado el reporte varias veces.
Jorge Pérez, vecino, comentó que en el ente gubernamental les insinuaron que la solución ideal era con autogestión, es decir, «si un transformador sale en 900 dólares, nosotros quisiéramos conseguir ese dinero, pero la realidad es que no tenemos ese dinero».
Los vecinos con pancarta en mano pedían solución «porque los más afectados son los abuelos», comentó Pérez.