Cristina Linárez | LA PRENSA.- Panes, catalinas, tortas, tostones, tizanas, accesorios y llaveros elaborados de masa flexible son algunos de los artículos que venden los estudiantes universitarios a sus compañeros como una forma de rebusque para cubrir gastos menores, como pasajes o sacar copias.
Esta nueva tendencia es común en universidades tanto públicas como privadas, cuyos estudiantes aseguran que deben resolver ganar un dinero extra mientras acuden a clases porque no tienen tiempo para trabajar.
Celeste Briceño, una estudiante de Contaduría Pública en la UCLA, afirmó que los tres años que lleva en la universidad ha vendido diferentes artículos, pero como se dedica a la repostería su fuerte son las tortas, que asegura son “para chuparse los dedos”. “Yo las vendo en Bs. 2 mil y a veces doy ‘fiao‘ a los que ya son clientes”, añade.
Eliana Limardo es otra estudiante que apuesta al paladar y quien desde julio vende tortas de plátano a Bs. 500. “‘La chama de las torticas de plátano” como es conocida en el Decanato de Economía de la UCLA, camina por los pasillos de la universidad para poder vender todo. De 40 tortas que se lleva diario no le queda ni una.
Para Limardo no ha sido fácil mantener su negocio. Cuando empezó hacía 100 torticas, pero ahora con el alto costo de los insumos, como el plátano, aceite, azúcar y la harina de trigo tuvo que bajar el número de tortas.
Estudiantes de la Yacambú y la Fermín Toro, también se las ingenian para ganar un dinero, ya que no sólo deben cubrir sus gastos personales, sino también el pago mensual de la matrícula.