Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.- En Lara las personas se cansaron de vivir a oscuras. Siete meses después de que se registró el primer apagón nacional (07 de marzo) un grupo de personas, en representación de comunidades del este, oeste, norte y sur de Barquisimeto se fueron hasta la Defensoría del Pueblo para denunciar como una violación a los derechos humanos los constantes cortes eléctricos que sufren por ineficiencia del Estado.
«No podemos permitir que esto siga. Nos parece una falta de respeto que hayan comunidades a las que la luz se les vaya durante siete, ocho y nueve horas. Estamos pidiendo a la Defensoría del Pueblo que exija a las autoridades regionales que publiquen un cronograma de racionamiento y que nos digan a dónde podemos ir a reclamar por aparatos que se hayan dañado», comenta Roberto Sánchez, vocero de los manifestantes.
El hombre denuncia que con los apagones los que más sufren son los niños, pues la luz se va en las noches y muchos deben convivir con el miedo a la oscuridad. La depresión que causa en los infantes es otro tema que es visto como violación a los derechos humanos.
«Nuestros hijos crecen en medio de la crisis y asumen la palabra crisis como normal», relata Óscar Mujica, habitante de Bararida, quien pide a las autoridades que el tema de racionamientos sea algo equitativo, pues hay comunidades que no son racionadas ni 20 minutos al día mientras que, hay zonas como Cabudare, que pasan hasta 7 horas sin servicio eléctrico.
«Lo que nos preocupa es ver la actitud indolente de las autoridades. Tenemos conocimiento de niños que deben tomar agua con azúcar en las noches porque no hay ni luz ni gas en sus casas y no hay cómo hacer teteros. La inseguridad también se dispara y a nadie parece importarle», concluye.