Ágatha Reyes | LA PRENSA.- “El colapso de Corpoelec Lara es inevitable”, soltó Oswaldo Méndez, miembro del sindicato de trabajadores de la empresa, al denunciar la falta de equipos para cumplir las jornadas laborales.
Explica que desde hace tres semanas se mantienen en protestas porque la empresa está trabajando con menos del 50% de su capacidad, además el bajo sueldo que devengan los empleados, hace que se las vean cuesta arriba para llegar a sus puestos laborales, porque no les alcanza ni para el pasaje.
“El viernes acudió a trabajar el 20% de los empleados”, dijo indignado, pues sólo cobran 65 mil bolívares semanales. Méndez explica que semanas anteriores se habían reunido con Yanis Agüero, secretario de Gobierno de Lara y la directiva de Corpoelec Lara, quienes se comprometieron con una ruta de transporte para facilitar el traslado de los trabajadores, sin embargo no cumplieron.
Son más de mil 600 trabajadores que se han visto afectados por las fallas que presenta la empresa desde hace cuatro años, pero que en las últimas semanas han incrementado llevando a la empresa a un cierre técnico, por lo que exigen una reunión con la gobernadora del estado Carmen Meléndez para que conozca la realidad de las siete oficinas con las que cuenta la región larense.
“Sabemos que no es su responsabilidad, pero ella debe servir de enlace con Luis Motta Domínguez para mejorar nuestra situación”, dijo.
Méndez asegura que volverán a las calles hasta lograr respuestas de algún ente gubernamental “aquí debe iniciar el conflicto nacional, no podemos seguir trabajando sólo con 40 de 600 unidades”.
Leoner Galicia, sindicalista de Yaracuy, asegura que a pesar de que en Caracas Elio Palacios, dirigente sindical, fue detenido y acusado de “traición a la patria y suministro de información del Estado” por denunciar las fallas, no silenciarán sus voces, “no tenemos que perder, estamos prácticamente paralizados y debemos hacernos sentir”