José Miguel Najul | LA PRENSA.- Los pies pausados, y entonando cantos, el grupo de Fe y Alegría se fue acercando, poco a poco, hasta el Manto Mariano. Las guitarras y las voces se elevaron hacia el sol dorado, en un canto dedicado a la gracia y la bondad de Dios.
El acto fue realizado por parte de los miembros del grupo católico, en conjunto con trabajadores del Instituto Universitario Jesús Obrero (IUJO), con el propósito de conmemorar los 100 años de los padres jesuitas en Venezuela.
Aracelis Rodríguez, trabajadora del IUJO, comentó que las actividades comenzaron muy temprano en la mañana, con una dilatada caminata que comenzó en la redoma de El Obelisco. Representantes de Maracaibo (Zulia), Guanare (Portuguesa) y Catia (Caracas) vinieron hasta la entidad larense, que fue uno de los epicentros seleccionados, entre todo el territorio nacional, para desarrollar las actividades en el marco del centenario de la llegada de los padres a nuestro país.
El grupo bajó por toda la avenida Libertador, deteniéndose durante un rato en el Monumento al Sol, ubicado a la altura del Centro Comercial Las Trinitarias.
De allí, tomaron varios autobuses, en los que llegaron al Manto Mariano, en donde culminó la celebración con un ritual eclesiástico.
Destacan unión
“A pesar de todas las diferencias que puedan existir dentro de la sociedad venezolana, hoy hemos podido ver cómo hay cosas que están más allá de los conflictos y que, por el contrario, nos unen en vez de dividirnos”, reflexionó la señora Nulbia Lozada.
Se refirió a la presencia de los distintos componentes de seguridad, algunos del gobierno regional y otros dependientes de la instancia nacional, que prestaron un respaldo constante a pesar de las diferencias políticas que tienen cada uno de sus patrones estatales.