C. Linárez/Pasante | LA PRENSA.- Los momentos de tranquilidad se acabaron para quienes residen o trabajan en la carrera 21 entre calles 55 y 56, donde la delincuencia desatada los mantiene entre la espada y la pared.
Virginio Jiménez, trabajador de un centro médico ubicado en la zona, afirmó que todos los días roban un vehículo, lo que afecta mayormente a los médicos y a quienes visitan los comercios.
Jiménez dice que poseen estacionamiento sólo de lunes a viernes, pero no tiene capacidad para muchos carros, por lo que hay quienes se estacionan en la calle. Justamente esos vehículos son los que se han convertido en el blanco predilecto de los choros, quienes con gran habilidad los desvalijan o en un caso extremo, se lo llevan.
Afirma que los sábados y domingos se incrementan los robos porque no poseen estacionamiento. Además señaló que a partir de las 2:00 pm es cuando los choros aprovechan para hacer de las suyas.
Julio Moreno, portero de otro centro médico, asegura que la zona “se pone candela” cuando hay muchos carros estacionados en la calle, debido a que a los choros se les hace más fácil robar piezas del vehículo porque no es tan notorio. Narró haber visto cuando los amigos de lo ajeno se han llevado baterías, cauchos e incluso abren el carro cuando ven algún objeto de valor en su interior.
Comerciantes informales de la zona aseguran haber visto en varias oportunidades las acciones de los choros, pero no se atreven a denunciarlos ni identificarlos porque también viven por el sector y temen que actúen contra ellos.