Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Comerciantes que están ubicados en los alrededores de estaciones de servicio del centro de Cabudare y Barquisimeto, sufren las consecuencias de tener que lidiar con la obstrucción de la entrada de sus negocios a diario, por las kilométricas colas de vehículos que se forman en las principales calles en busca de gasolina. Eldi Montero, presidente de la Cámara de Comercio de Lara, denunció que los establecimientos más perjudicados son los no priorizados por el Gobierno en la cuarentena, que pueden abrir sólo dos semanas al mes, como las ferreterías.
«Los conductores no le están parando ni al paso de los estacionamientos que están permisados por la Alcaldía, igual trancan con la cola, y cuando no están los vehículos colocan un caucho viejo, una piedra o una silla para marcar el puesto. Además funcionarios militares y de las FAES cuando llega la cisterna de PDVSA aplican hasta el cierre completo de varias cuadras, que impide que los comerciantes puedan laborar. Esto es una estocada para las empresas que buscan sobrevivir a la crisis económica», exclamó Montero.
Contó que agremiados de la Cámara de Comercio como Ferretería La Morenita y Camila en Cabudare, municipio Palavecino, así como Ferretería Ornella en la calle 59; los locales que están en la calle 29 de Barquisimeto y los de la avenida Vargas con 21, han hecho el reclamo en la sede de la Autoridad Metropolitana de Transporte Terrestre (AMTT), indicando que al estar al día con el pago del impuesto de Derecho de Frente, cancelado anualmente ante la municipalidad, el paso a sus negocios no puede ser cerrado, debe ser respetado pero no han obtenido respuesta.
Apuntó que el sector registra cifras rojas. Según el balance que tiene de los primeros cinco meses del año, un promedio de 8 de cada 10 comercios han cerrado y migrado al comercio electrónico o la economía informal por la crisis, la baja demanda y por las semanas de cuarentena radical que ha impuesto el Gobierno.