Daimar Díaz | LA PRENSA DE LARA.- Con las muy mínimas medidas de prevención, los comerciantes que hacen vida en el mercado San Juan volvieron a montar sus tarantines en las calles del centro sur de Barquisimeto luego de estar varios meses inactivos debido a las regulaciones gubernamentales ante la pandemia.
«Tuvimos que salir de nuestras casas y montar los puestos porque tenemos necesidades. Es muy difícil estar encerrado sin tener ni un centavo en el bolsillo, lo que hacemos es cuidarnos usando nuestros tapabocas y evitando que los compradores se amontonen», es lo que explicó Ruth Cabrera, vendedora de ropa usada cuando argumenta las razones que la hicieron volver al mercado de calle a vender, algo que estaba prohibido para evitar las aglomeraciones que podrían propagar los casos de contagios del coronavirus.
Ayer durante el último día de flexibilización el mercado no llegaba hasta la carrera 19 como en otros años, pero si al menos 2 cuadras a la redonda cubría. Vendedores de ropa, víveres, juguetes y alimentos estaban con sus puestos en espera de compradores.
«Las ventas han estado muy malas, años atrás en estas fechas el mercado estaba repleto de gente, pero ahora está desolado y los poquitos compradores que se acercan preguntan precios y se van, la situación del comerciantes cada día es más crítica», añadió Édgar Parra cuando hace un balance de las últimas semanas en las que ha trabajado.
Los pocos compradores que habían en el mercado se encontraban observando la mercancía, pero no se apreciaban personas con bolsas.
«Antes era que se podía comprar en el primer sitio donde se preguntaba precios, ahora hay que buscar ofertas que se adapten al poco presupuesto que tenemos«, manifestó Francelys Peralta, una señora que caminaba con su tapaboca por el mercado.
Pese a que los comerciantes ya se activaron con sus puestos en el mercado, comentaron que esto sólo se realizará durante las semanas de flexibilización porque en la radical respetan la cuarentena.
Se conoció que comerciantes están a la espera de un censo para así tener un control de cuántos puestos se están colocando y no excederse por el coronavirus.