José Daniel Sequera | LA PRENSA DE LARA.- Van cuatro meses desde el inicio de la cuarentena por la COVID-19 y los cirujanos plásticos paralizaron todas las intervenciones quirúrgicas de tipo estética que tenían pautadas, razón por la que ahora están sobreviviendo de sus ahorros o de las operaciones de emergencia que logran hacer en centros de salud privados.
Así lo manifestaron cirujanos plásticos de Barquisimeto y Caracas, dos de las ciudades con mayor presencia de cirugía estética del país, quienes señalan que han tenido que reducir sus gastos al mínimo para no vaciar sus cuentas bancarias.
«Yo vivo es de trabajar en tres clínicas privadas, porque el sueldo que recibo por trabajar en el Hospital Pérez Carreño no alcanza para comprar más de cuatro productos. Por eso los cirujanos gastamos nuestros ahorros», expresa el cirujano plástico Pedro Pantoja que especializa en intervenciones en el rostro y abdomen.
Pantoja, al igual que el resto de sus colegas, comenta que en promedio, antes de la cuarentena, los cirujanos plásticos podían tener hasta 20 intervenciones estéticas en un mes. Esa misma cifra es la de las oepraciones realizadas durante la cuarentena, y todas son de emergencia.
Javier Gómez, doctor de la clínica IMEI, menciona que entre esas intervenciones de emergencia están las quemaduras de piel o reconstrucciones de rostro por accidentes. «Muchos pacientes se ven obligados a ir a las clínicas porque tendrán un mejor servicio», dice Gómez.
Una de las razones por las que las operaciones estéticas se paralizaron es que los pacientes no son residentes de la ciudad en la que se operarán, o no tienen como movilizarse dentro de la misma ciudad por la falta de gasolina, según refiere el doctor José Goncalves quien añadió que mantienen monitoreo a pacientes postoperatorios.
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