Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- El rostro empapado de sudor, la respiración entrecortada, pero felices por la noble causa. Era la expresión común de los 140 participantes del sexto ciclopaseo a beneficio del Hogar de Niños Impedidos (Honim), que este sábado se extendió por 40 kilómetros entre Iribarren y Palavecino. Un acto de entrega, donde cada pedaleada implicaba mover el corazón de estos niños, como la antesala a la verbena de este 29 de octubre en el Hogar Canario Larense.
La resistencia física y el amor por estos niños fue el principal motor que permitió cumplir con la meta establecida. Un recorrido desde la sede del Honim hacia Cabudare y que en la avenida La Mata empezó el retorno hacia Barquisimeto. Esos kilómetros de la avenida Ribereña fueron los desafíos para estos ciclistas profesionales y aficionados, hasta subir al parador de El Garabatal que correspondía la segunda parada. Al poco tiempo ya avanzaban hacia el Obelisco hasta bajar hacia la sede. Una actividad que se tomó casi toda la mañana para este sano compartir.
«La gente viene a mover las piernas, movidos por la solidaridad», señaló el padre Miguel Ángel Bombín, coordinador de la Obra Don Orione, complacido por ser una mañana diferente para los niños del Honim, de hacerlos visibles y la población recuerde que las personas con discapacidad también tienen cabida en la ciudad. «Las personas con discapacidad tienen derecho a la aceptación», expresó con esta muestra de apoyo en cariño y en lo económico para sostener a este recinto con 41 años de servicio.
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