María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- El sector de la chatarra y materiales ferrosos en Lara exige ser incluido en los grupos económicos en la semana de flexibilización, pues la cuarentena por la covid-19 los tiene pasando roncha y sin poder generar ingresos.
Alexis Alejos, presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Comerciantes de Reciclajes de Materiales Ferrosos (Asoreciclar) dijo que dentro del sector económico también son indispensables, pues limpian la ciudad de cualquier desecho ferroso y adicional a eso, aportan trabajo a personas, pero no están incluidos en la flexibilización a pesar de tener un registro.
Alejos señaló que los trabajadores de este sector siempre han tenido que lidiar con los matraqueos por parte de los funcionarios. Explicó que quienes se dedican a este oficio siempre tienen visitas de uniformados que aseguran que tienen en su poder algún material de hierro robado, como por ejemplo piezas de carros, motivo por el cual siempre son extorsionados.
Añadió que ese fue el motivo para conformar Asoreciclar, con el fin de seguir evitando inconvenientes con los entes de seguridad del estado, pero ni la legalidad les da oportunidad de trabajar tranquilos.
La compra y venta de materiales ferrosos se ha convertido en un rebusque y una forma de vida para muchas personas, en especial aquellos informales que se encuentran sin trabajo y prefieren buscar chatarras y comercializarlas. El kilo en cualquier local lo reciben por Bs. 25.000.
Los carretilleros son esas personas que buscan la chatarra en quebradas, casas o cualquier otro sitio para venderlo. Hilaron Lucas, un carretillero de la zona oeste, dijo que está sin trabajo y para poder comprar algunos productos de comida decidió buscar material ferroso en el río Turbio. «Algo me gano porque la situación está muy difícil», agregó, al tiempo que señalaba la balanza cuando marcaba unos 135 kilos de material reciclado, un equivalente a Bs. 3.375.000. Aseguró que se trata de un trabajo arduo pues se levanta temprano para salir en la búsqueda de chatarra.
Hay quienes también limpian los patios de sus casas y se consiguen con cualquier material de hierro y para agarrar algo extra lo venden en las chatarreras.