Luis F. Colmenárez | LA PRENSA DE LARA.- La celebración del Día de los Muertos en Lara se vio opacada por el descuido en el que se encuentran los cementerios de la entidad. Ayer, desde muy temprano, los guaros se trasladaron hasta los camposantos para honrar la memoria de quienes ya no están, pero lo que encontraron fue una jungla que rodeaba las tumbas de sus seres amados.
Como cada añ;o, la señ;ora Gladys Reyes llegó al cementerio para visitar la lápida de su difunta hija. Con escardilla en mano, a sus casi 77 añ;os y con el rostro empapado de sudor, la mujer asegura no estar en edad de realizar tan dura labor.
«Mi hija murió joven, un cáncer se la llevó cuando tan sólo tenía 48 añ;os, nadie nos ayudó a salvarla. Yo estuve batallando durante toda su enfermedad y ahora me mantengo aquí cortando monte para que pueda descansar en paz. En esta fecha, el cementerio debería estar limpio porque viene mucha gente», dice al borde del llanto.
La gente asegura que la tradición ya no se vive como en añ;os atrás, cuando las calles del camposanto se podían ver abarrotadas de personas que llevaban flores, velas y aquel detalle particular que identificaba al difunto.
Los deudos comentan que la afluencia también ha disminuido por la delincuencia que se ha adueñ;ado del lugar.
Piden al Gobierno realizar limpiezas a las tumbas y que envíen cuerpos de seguridad para poder visitar a sus parientes, sin sentir temor ni tristeza por ver las condiciones en que se encuentran las tumbas.