Kemberling Rodríguez | LA PRENSA DE LARA.- En las sedes de las instituciones gubernamentales lo que está a la vista de todos es la falta de inversión en las infraestructuras. En un recorrido por varias oficinas estadales se comprobó el deterioro que afecta tanto a los empleados como a sus visitantes.
El Consejo Estadal para la Atención a Personas con Discapacidad para el estado Lara (Ceapdis) es uno de los que describe mejor la desidia gubernamental; está en completo abandono, a pesar de realizar una de las labores más admirables dentro de la sociedad: el apoyo integral a los larenses con alguna condición especial.
Belkis Guarecuco, jefa del Departamento de Talleres de la institución, declaró que están a la espera de la ejecución de una remodelación o cambio de sede, porque «reconocemos las deficiencias que presenta la infraestructura; es una casa muy vieja«.
Las filtraciones están a lo largo y ancho de la vivienda; de hecho, la humedad ha empezado a causar algunos malestares entre los propios trabajadores, como lo explicó Eucelys Lara, analista de Presupuesto de la institución.
La funcionaria señ;aló que lo conveniente sería mudar la sede para contar con todas las adecuaciones que necesitan las personas con discapacidad que acuden a Ceapdis en búsqueda de alguna ayuda o para participar de los talleres de capacitación.
El área de los bañ;os, oficinas, recepción, sala de capacitaciones, así como en el resto de los espacios hay grietas en las paredes producto de las filtraciones. La fachada también está en franco deterioro y, en lugar de representar un lugar seguro, parece venirse abajo entre la antigüedad del inmueble y la falta de intervención en su construcción.
Contradicción
La sede de la Fundación Regional para la Vivienda (Funrevi) es otra de las más descuidadas; desde la gestión del exgobernador Henri Falcón no pintan la sede ubicada en la Libertador con urbanización Patarata.
La institución, además de brindar soluciones habitacionales, forma parte del equipo de infraestructura de la Gobernación del estado Lara y, por ende, resulta contradictorio ver la edificación con la pintura desgastada y con rastros de filtraciones en la fachada.