Roselis de Leca | LA PRENSA.- Las paradas lucen repletas a toda hora. Usuarios se mantienen en largas colas cazando los ‘rojos rojitos‘ por representar la opción más barata y confortable para movilizarse, tanto internamente dentro de Barquisimeto como a municipios foráneo y es que el gasto en pasaje del transporte público normal ha generado que usuarios usen más Transbarca, Bus Yaracuy y los trenes del Instituto Ferroviario.
«Usando Transbarca me ahorro más de 10 mil bolívares diario, porque los rutas temprano cobran Bs. 1.500, pero en hora pico quieren hasta Bs. 5mil, cuando aquí solo gasto Bs. 240 ida y vuelta», comenta la docente Johana Villegas, quien vive en El Cují, al norte de la ciudad, y debe tomar al menos cuatro buses si pierde el Transbarca, por lo que su ahorro representa un 92% por cada viaje.
Las constantes dificultades para conseguir efectivo y lo caro que se tornó el pasaje en rutas pertenecientes al Sindicato Automotor de Lara, hicieron que los usuarios migraran a este servicio y no pretender retornar al sector privado y más si se trata de viajes para El Tocuyo, Carora, Quibor, e incluso viajar fuera de Lara.
El señor Roberto Ospino, quien es artesano y se traslada al menos tres veces por semana a Quibor y Sanare para ofrecer los instrumentos musicales que fabrica se queja al igual que la docente Villegas.
“Yo llevo como tres cuatros y varias docenas de maracas, si me voy por el terminal dejaría la poca venta que hago en pasajes”, alegó.
Bus Yaracuy y los trenes, les sacan las patas del barro a más de uno que tenga presupuesto reducido; ‘yo vivo en Yaritagua y estudio en la UCLA de lunes a viernes, los gastos de pasaje estaban consumiendo gran parte de los ingresos de mis padres, que son quienes me ayudan, por eso ahora madrugo y espero el rojito‘ narró el joven Julián Peraza, quien añade que cuando llega tarde, se va en los trenes, pero confiesa que prefiere el bus, porque puede decidir entre todas las paradas, la más céntricas dentro de la ciudad.
La seguridad, es otro punto a favor de los Yutongs, “aquí no se monta gente rara, puras personas trabajadoras” expresa el señor Wilmer Peña, quien es pintor y testifica que elige calarse más tiempo en la cola, a cambio de evitar ser víctima de robos y sustos.
Estudiantes y adultos mayores recalcan que recurren a Transbarca por ser las únicas unidades que los trasladan gratuitamente mostrando su carnet, lo que representa un gran desahogo al ser el sector de la población con menos ingresos.
“Aquí uno anda tranquilo, sentado y sin maltratos, en los otros buses o no nos dejan montar o nos bajan por tener marca preferencial” contó el abuelo Luis Delgado quien siempre confía en los rojos cuando va a cobrar la pensión.