Víctor Rodríguez | LA PRENSA DE LARA.- Con solamente dos o tres trabajos en la semana tienen que conformarse las caucheras debido a la grave crisis que abunda en el país. En un recorrido de LA PRENSA por estos establecimientos, se notó que trabajadores estaban sentados mirando para arriba y para abajo esperando por algún cliente.
Mala, es la palabra con la que caucheros definen su estatus actual y aseguran que es muy cuesta arriba vivir del oficio que han desempeñado gran parte de su vida.
Un parche está rondando los tres dólares, a pesar de que no es muy costoso, caucheros evalúan que la razón de su mala situación es por la extremada crisis en cuanto al combustible en la entidad crepuscular.
«La situación está mala como todo. La principal problemática es la gasolina, si no hay combustible la gente no sale y es peor para nosotros», manifestó Carlos Cañizales mientras estaba sentado en la acera frente a la cauchera donde trabaja en Pueblo Nuevo esperando por algún cliente para poder medio salvar el día.
La vulcanización de un caucho puede costar unos 10 millones, esto es lo que menos realizan en estos establecimientos ya que usuarios utilizan los cauchos hasta donde más lejos les lleguen y vulcanizan en una ocasión extrema.
Mayormente personas recurren a caucheras para llenar una llanta y hay veces que hasta se marchan sin pagar. A pesar de que le dan utilidad al compresor, los caucheros no cobran muy caro llenar un caucho y solamente piden una colaboración.
«Nosotros nos medio salvamos con los trueques con la gente del Mayorista. Pero la mayoría de las ocasiones hacemos uno o dos trabajos al día, eso sirve para llevar algo para la casa», dijo Junior Torcate.
Caucheros analizan que desde diciembre del 2020, ha disminuido hasta un 80 % de trabajo gracias a la crisis que atraviesa el país, sumado a la pandemia y la escasez de gasolina y gasoil.
En el Mercado Mayorista de Barquisimeto, choferes llegan con productos para intercambiar pero igualmente no da abasto para los caucheros. «Trabajamos con trueques pero no es que nos da para comernos una sopa de res o un mondongo. Solamente nos cambian verduras y aliños», formuló Omar Mujica quien aseguró que en el día solamente tenían tres dólares de lo que había entrado de trabajo, y que se necesitan mínimo 10 dólares para comer bien, señaló.
Las «chivas» solo se quedan en exhibición
Hace algunos años, los cauchos que estaban a media vida, mejor conocidos como las «chivas», eran un resuelve para los caucheros. Pero ahora la gente solo pregunta precio y se va. Unas «chivas» con un 40 % de vida puede valer hasta unos, lo que solventaría un problema momentáneo al chofer.
Caucheros aseguran que lo que más realizan es pegar parches y de vez en cuando venden una caucho usado, pero no es tan frecuente.
Resuelven con poco
El trueque es lo que medio salva a los caucheros en la actualidad. Reciben productos de comida para medio resolver en el día. Sin embargo no les da la base para llevar el sustento a sus hogares.