José Miguel Najul | LA PRENSA.- Las condiciones propias del chorizo lo han convertido en una opción muy viable para quienes quieren mantener al menos una moderada ingesta de proteínas diarias en medio de la crisis económica, que ha erosionado el poder adquisitivo de los venezolanos.
Por su forma, el chorizo puede ser racionado con facilidad. Carlos Méndez, vendedor, asegura que las personas han comenzado a incorporarlo a sus dietas, pero no en el tradicional almuerzo, sino más bien en los desayunos o las cenas.
“Las personas comentan que toman uno o dos chorizos y los ponen como parte de una de esas dos comidas. Los incorporan a las arepas, pero también los comen aparte, con huevos y otros alimentos”, especifica Méndez.
El precio del producto oscila los 4 mil bolívares, en su presentación criolla -ya que la monserratina alcanza los 9 o 10 mil bolívares-, se ha comenzado a expender frecuentemente a los clientes que, antiguamente, compraban otros alimentos como carne, pollo o caraotas.
Sobre la carne y el pollo, que son ingredientes versátiles, utilizados para varias recetas de comida criolla, señalan el problema del precio: que ronda los 6 y 7 mil bolívares, por porciones que no son suficientes para suplir las necesidades de una familia promedio con ingresos modestos.
Aclaran que estos otros alimentos sí se siguen comprando, quizá con una frecuencia menor a la de otros tiempos, pero no se están sumando a los desayunos o a las cenas.
Al referirse a la caraota, apuntan el conflicto con el gas. “Yo las puedo comprar, porque a pesar de la situación económica siguen rindiendo, pero no tengo la manera de cocinarlas, porque tendría que gastar el poquito gas que me queda. No se cuándo me lo vuelvan a traer”, reclamó la señora Josefa Herrera.
Hacen parrillita
La práctica de incorporar el chorizo como insumo central dentro de las recetas ha venido creciendo durante los últimos años. De hecho, hay quienes han sustituido por completo las parrillas de carne o de pollo y las hacen de chorizo para ahorrarse la diferencia que hay en los precio.
El vendedor Wilmer Durán asegura que la gente compra cantidades importantes de chorizo, ahorrando la diferencia con la carne, y las hace a la parrilla. También elaboran las “choripanadas” en las que trocean el chorizo y lo comen con pan y salsas.