José Miguel Najul | LA PRENSA.- La instalación semanal del “mercado de los miércoles” en el municipio Palavecino derivó en golpes, enfrentamientos, dos personas detenidas y golpeadas, perdigonazos, y hasta dos disparos por parte de los funcionarios del cuerpo de Policía del estado Lara (Polilara) en contra de los comerciantes.
Golpeada en su brazo derecho, en donde exhibe un morado de grandes proporciones, la señora Dennys Berti, junto con otros vendedores, señala los casquillos: dos de bala y dos de perdigones, que reposan en medio de la indignación de los buhoneros que exigen la presencia del alcalde José Barreras, a quien acusan de querer sembrar discordia en el seno del grupo de trabajadores informales.
Todo comenzó pasada la media mañana de ayer. Según la señora Carmen Aramburen, estaban reuniéndose en la avenida La Cruz “en donde se iba a realizar un censo”. Allí habían colocado los típicos tarantines que horas después iban a quedar apilados en la plaza de la esquina San Rafael, dejando las rayas de su traslado en el asfalto.
“De repente llegaron a querer desalojarnos”, relata Aramburen, quien asegura que los querían obligar a trasladarse a la transversal (calle San Rafael), arteria en la que “los puestos están ocupados por otros compañeros”.
El análisis que hacen los vendedores es que los funcionarios de la Alcaldía de Palavecino desean esparcir la discordia en el grupo, al hacer como que quieren reubicar a 100 vendedores en el mismo espacio en el que están otros 100, aproximadamente, y ponerlos “a pelear” entre ellos.
Los buhoneros están organizados en la Asociación Civil de Mercados de Palavecino (Asomerpal). Aseguran que, como grupo organizado, seguirán haciendo acto de presencia en la zona hasta tener una respuesta satisfactoria por parte de las autoridades.