Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Parecen bachaquitos arreando con los sacos o cajas de mercancía. Así andan los bodegueros de municipios foráneos, que prefieren comprar en la avenida 21 de Barquisimeto, antes que caer en la falsa facturación del mercado mayorista, que solo refleja los montos regulados. Cancelan viajes exclusivos de hasta 8 dólares, opción de algunos transportistas para paliar la pandemia.
Salen a las 3:00 de la madrugada de Villanueva, montaña arriba de Guarico en el municipio Morán. Tienen un promotor que los organiza por grupos, para la salida semanal y el pasaje ronda entre $6 a $8, en autobuses con capacidad para 50 pasajeros. Un estimado que supera los 400 millones de bolívares en total.
Antes de las 2:00 pm deben estar abordando la unidad y así regresar temprano. Ya a mediodía retornan apuraditos con ese maletero repleto de víveres, chucherías, refrescos, artículos de higiene personal y hasta algunos vienen a comprar los estrenos de sus hijos para Navidad.
«Es más económico en el centro, porque en el mayorista uno deja las ganancias. La gente deja de comprar, cuando los precios están altos«, señala Marisela Suárez, quien pudo comprar su lista de golosinas, lo que tiene más salida en su modesta bodega.
Angelín Mendoza viene de San Miguel, a lo alto del municipio Jiménez y le cuesta subir sus víveres al maletero. Ella no tiene formalmente un establecimiento sino que dispone de un cuarto con ventana externa, para ofrecer los artículos. «Pensé que no me rendiría la plata y me alcanzó para un poco más», exclama y muestra una mortadela de 3.5 kilos para rebanarla y bultos de arroz, pasta, harina y aceite.
Durante esas mañanas, a los conductores les toca buscar un espacio céntrico para estacionarse a esperar por los pasajeros. «Esta ha sido una opción durante el cierre del terminal de pasajeros», precisa el chofer Antonio Brito, de ese par de viajes a la semana, que les salva el resto de días paralizados. De hecho, algunas unidades han sacrificado butacas para ganar espacio como maleteros y así asegurar la comodidad de estos bodegueros.
Los usuarios prefieren esta opción, por ser más viable al asegurar el traslado y no sacrificar el excedente de sus ganancias. Así «cazan» el viaje semanal y mantener el punto de venta en sus casas.