Daimar Díaz | LA PRENSA DE LARA.- Casi quebradas por la falta de mercancía se encuentran las bodegas de Pavia, las cuales eran una de las fuentes de ingresos extra de los habitantes de la zona, pero la falta de gasolina que azota al país les impide trasladarse hasta la ciudad para poder adquirir los productos y abastecer sus comercios.
Los comerciantes solían buscar la mercancía en el mercado mayorista o en el centro de Barquisimeto, pero la escasez de combustible los tiene limitados al punto que muchos de ellos han tenido que bajar las santamarías por no tener nada que ofrecerle a los clientes.
«Muchas bodegas tuvieron que cerrar porque cuando se les acabó la mercancía no pudieron viajar para ir a buscar más y los primeros afectados somos los habitantes de Pavia porque estas bodegas eran las que nos salvaban para comprar el diario», manifestó Olga Alvarado, una ama de casa que vive cerca del vertedero de Pavia.
Según relatan los comerciantes, cuando logran trasladarse hasta Barquisimeto lo hacen pidiendo cola, en bicicletas o en transporte público, sin embargo, viajar de esta manera no les permite poder comprar todos los productos que antes comercializaban en sus locales.
Llevando lo más liviano como tostones, caramelos, chupetas y los empaques de chimó, es con lo que logran surtir estos pequeños comercios en Pavia. Dicen que la venta de víveres ha mermado, pues ya no pueden trasladar los pesados bultos de harina, pasta o arroz, lo que obliga a la población de Pavia a tener que caminar largos tramos para llegar hasta el centro de la ciudad, o al menos a comercios del oeste de Barquisimeto.
«Nos toca caminar hasta los chinos que están hacia Santa Isabel, Andrés Eloy Blanco o Moyetones. Sólo algunas bodegas ofrecen varios productos de primera necesidad, pero no siempre tenemos suerte, la mayoría está pelada y sólo tienen rubros pequeños», manifestó Oscar Torres.
Una pequeña bodega que está un poco después de la entrada de Pavia a diario presenta gran afluencia de personas buscando alimentos que escasean pueblo adentro desde que inició la cuarentena, sin embargo, hay quienes se van con las manos vacías porque la mercancía es poca y se agota rápido.