Kemberling Rodríguez | LA PRENSA DE LARA.- «Tomad, comed: esto es mi cuerpo», reza el Evangelio según San Mateo, en el capítulo 26, versículo 26. Hoy, cuando justamente la Iglesia recuerda la institución de la eucaristía, misterio en el cual se hace presente Cristo a través de la fracción del pan, los barquisimetanos acudieron a los diferentes templos para rememorar la última cena de Jesús con sus discípulos.
También se celebra el sacerdocio ministerial, cuando dijo «hagan esto en menoría mía» (1 Corintios, capítulo 11, versículo 25). Asimismo, ocurre el lavatorio de los pies, el mismo acto de humildad que practicó el Mesías con sus apóstoles y enseñ;a el mandamiento del amor.
El padre José María Gimeno, párroco de la iglesia San Francisco de Asís, expresó que seguido a la cena y el lavatorio, la Iglesia en profunda meditación evoca los sufrimientos del Redentor, la traición que sufrió Jesús de parte de Judas Iscariote y cómo fue golpeado una vez que lo arrestaron en el Huerto de Getsemaní, en el Monte de los Olivos, cuando se había retirado a orar porque sabía que llegaba su hora.
«Nunca debemos tener miedo de reconocernos pecadores ante los ojos de Dios; es el momento de mirar nuestro interior y resucitar con Cristo a una vida nueva», expresó durante la santa misa celebrada a las 5 de la tarde en la antigua Catedral.
Por otra parte, en la parroquia Inmaculada Concepción, la escenificación del lavatorio de los pies corrió por cuenta de personas de la tercera edad. Allí el padre Jesús Láres, administrador parroquial, exhortó a los laicos a aprender del Hijo la entrega amorosa y desprendida con los más necesitados.
Finalmente, en el monumento Manto de María, niñ;os de comunidades cercanas, participaron del lavatorio de los pies. Anlibeth López, gerente general del complejo turístico religioso, informó que continuarán con las actividades que además de involucrar a los larenses en su propia cultura y tradiciones, «hacen de Lara un estado turístico de mucho potencial’.