LA PRENSA.- La meta de todo atleta es ganar competencias. El panorama se complica para el deportista y los padres cuando ese reto de luchar se convierte en un gasto de dinero muy alto que en ocasiones no pueden costear.
La crisis del país ha tocado considerablemente la planificación deportiva de cualquier delegación larense que en un año calendario debe acudir a torneos nacionales, topes de fogueo y hasta eventos deportivos que le permitan consagrarse como un atleta representante de su país.
Antes, para ir a un campeonato en cualquier estado, las delegaciones deportivas contaban con apoyo en hospedaje, transporte, comida y pago de inscripción, pero ahora la historia es diferente pues un atleta debe buscar los recursos para viajar y competir y según la ciudad a la que vaya el gasto oscila entre los Bs. 60 mil y 170 mil por competidor.
“Hemos tenido que resolver. Aquí realizamos una Copa para recolectar fondos a beneficio de 9 atletas que asistirán a un chequeo a la selección nacional”, detalló José Mendoza, presidente de la asociación de taekwondo de Lara al momento de describir algunas de las actividades se vieron obligados a hacer los equipos deportivos para abaratar costos de los viajes hasta un campeonato.
Otros sacrificio que han tenido que implementar es la modificación de sus calendarios para minimizar costos tanto de logística y organización.
El taekwondo tenía 10 competencias oficiales en 2015 y en el 2016 solo se cumplirán 5 contiendas. Además dividieron las fechas del torneo en femenino y masculino para que no fuera tan caro, pero tampoco resultó porque los estados debían pagar transporte, hospedaje y alimentación por partida doble.
En el caso de Lara, en 2015, si la competencia duraba tres días, viajaban y pagaban el hotel sin problemas, sin embargo en octubre de 2016 en Puerto La Cruz, el equipo juvenil partió el viernes en la madrugada, pelearon en la mañana y se regresaron ese mismo día en la noche, todo en autobús.
“El atleta al viajar así no rinde. Están cansados y no hay tiempo para concentrarse y estar enfocados”, detalló Mendoza.
En esgrima pasa algo similar. En septiembre de 2016 acudieron al nacional adulto en Valencia y la delegación crepuscular no compitió en la modalidad por equipos por falta de dinero para hospedaje y alimentación.
“Cada atleta buscó hospedaje por su cuenta en casa de amigos. Tenían que pagar su comida y decidieron no quedarse un día más por lo costoso”, relató Hender Medina, secretario general de la asociación de esgrima.
Cuando las competencias son en estados vecinos, caso Yaracuy, las delegaciones viajan ida y vuelta para no gastar en hoteles, incluso algunos resuelven llevándosela de su casa.
El atletismo, también por la crisis, modificó sus eventos nacionales y los adaptó a que sean estadales, es decir, que categorías mini infantiles ya no debían medirse en otros estados sino en su propia entidad así lo explicó Estrella González, presidenta de la Asociación de atletismo larense.
“Nosotros somos privilegiados en el sentido que casi todos los eventos se hacen en el Máximo Viloria pero si hemos notado como otras delegaciones han bajado la cantidad de atletas que viaja, la situación es complicada”, recalcó González.