Osman Rojas | LA PRENSA.- A las 5:00 am Manuela Carrasquel se levantó de su cama. Preparó rápido el desayuno y arregló a sus hijos para dejarlos en casa de su abuela.
“Me voy a sacar la cédula”, dijo antes al salir. Con prisa tomó un autobús que la llevara hasta la Plaza Bolívar y allí se formó para esperar pacientemente a que la jornada de cedulación empezara. Eran las 6:40 de la mañana. Con el paso de los minutos la cola fue creciendo. Cada vez llegaba más gente, pero a Carrasquel eso no le importaba pues era la número 24 de una cola que ya iba por los 146.
La cosa iba normal hasta que, a las 8:35 de la mañana, una señora identificada con chaleco del Gobierno dijo que no había material para cédulas.
La noticia cayó como un balde de agua fría para los presentes que tomaron la Plaza Bolívar para evitar la jornada de carnetización del PSUV y alegaban que si no había material para cédulas tampoco había para carnet.
“Queremos sacar la cédula”, gritaban los presentes. La protesta se empezó a salir de tono y fue necesaria la presencia de funcionarios policiales para calmar la situación.
Los uniformados se mantuvieron en la plaza durante unas dos horas esperando que le sacaran la cédula. El clamor de los presentes fue inútil pues a las 11:00 de la mañana se retiraron con las manos vacías.
En el Instituto Nacional de Capacitación Educación Socialista (Inces) ubicado en Barrio Unión también se registró una protesta. Allí las personas se quejaron porque, a las 9:15 de la mañana, les notificaron que no iban a sacar cédulas por falta de material.