William Croes | LA PRENSA.- En la carrera del 2016, el costo de la canasta alimentaria le ganó con muchos cuerpos de diferencia al bolsillo de los venezolanos. Los tres aumentos de salario presidenciales ni siquiera fue rival ante la escasez de alimentos y la llegada de productos a precio de dolar libre que al final dejaron como resultado que la capacidad de compra de los consumidores sea la gran derrotada.
Los datos del Centro de Documentación y Análisis de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) señalan que en enero, con un sueldo mínimo oficial de Bs. 9.648,18 las personas necesitaban 11.1 sueldos para comprar la canasta alimentaria. Pero en noviembre, para hacer la misma compra, el consumidor debía pagar Bs. 460.381,55, el equivalente a 17 sueldos mínimos a Bs. 27.092,10.
El incremento de la canasta alimentaria, en 11 meses, fue de 331,26%. Esto se traduce en que cada vez que las personas van a una bodega o mercado de la red privada llegan a sus casas con menos cantidad de productos en sus manos, pero gastan sumas millonarias de dinero. El venezolano ha perdido su poder adquisitivo, al punto que trabaja solo para alimentarse.
Luis Saldivia, economista y docente de la universidad Fermín Toro, atribuye el galope de la canasta alimentaria, en primera parte, a la disminución de los precios del barril de petróleo y a las políticas erradas del Gobierno nacional. “Estamos en una economía rentista y al haber menor cantidad de divisas se dispara la escasez de productos básicos”.
Saldivia explica que al haber menor cantidad de divisas se produce una disminución de los productos y los pocos que hay en el mercado se disparan de precio, influido también por la cantidad de bolívares devaluados que circulan en la calle. Sin embargo, en los últimos tres meses del año, con la flexibilización de los mecanismos para importar alimentos, ha disminuido los índices de escasez, pero el precio de la canasta subió.
En enero, el reporte del Cendas FVM indicó que hubo 24 productos que presentaron problemas de escasez, estos representan el 41.37% de los 58 que contiene la canasta. En noviembre, el índice de escasez disminuyó a 17 productos lo que representa el 29.31% de los 58 que conforman el parámetro de medición.
“Voy al mercado y por lo menos se ven más productos en los anaqueles, pero son importados y a un precio muy superior a los regulados”, expresa Indira Yépez, una ama de casa, que ha tenido que gastar una mayor cantidad de dinero para llevar productos colombianos y brasileños.
El gobierno nacional aún mantiene el control de precios en ciertos productos de fabricación nacional. Sin embargo, no todas las personas tienen acceso a dichos rubros que se reparten solamente a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción. La brecha en los precios entre los productos regulados y los que están en el mercado negro es de 2.681,70%.
Errores caros
Carnes y pescados, frutas, hortalizas y tubérculos registraron un alza anual superior al mil por ciento. Las malas políticas económicas y el no apostar a la producción nacional han incrementado los rubros provenientes del campo, de una manera que los ha alejado de la mesa de los venezolanos, y por primera vez en la historia hasta han llegado a ausentarse de los mercados y ferias de las hortalizas.
“Los insumos como fertilizantes, semillas y herbicidas los estamos importando desde Colombia, también pasa con las vacunas y remedios para el ganado que el Gobierno no los suministra”, expresa Carlos Díaz, director de Confagan.