José Miguel Najul | LA PRENSA.-Una denuncia, que había sido admitida por los tribunales locales, contra el concejal Alejandro Natera (PSUV), por parte del director de Inquilinato de la Alcaldía de Iribarren, Walter Pérez, fue anulada, al parecer, por influencias del edil en el poder jurídico.
Pérez recuerda que fue difamado públicamente por Natera, quien lo acusó de ingerir estupefacientes. El director rebatió al edil retándolo a hacerse una prueba de dopaje, y emitió una denuncia.
No obstante, el proceso se desvaneció. El concejal rojo, a quien Pérez califica como “un mitómano enfermo, obsesionado por empañar la gestión del alcalde Alfredo Ramos sin medir el daño que hace a las personas y sus familias”, habría contactado para matar la denuncia.
“Sé de buena fuente, porque me informó gente cercana a él (Natera) que fue hasta Caracas, en donde habló con una magistrada de la Sala Penal, para pedir el favor”, revela.