Leonellas Díaz | LA PRENSA.- “No estoy de acuerdo que aumenten el cestaticket porque los artículos vuelven a subir, deberían congelar los precios para que se le pueda ver el queso a la tostada”, así lo expresó María Barrios, una guara que hacía compras en el centro y que fue consultada sobre el nuevo valor del bono de alimentación.
“En vez de ir hacia adelante, vamos en retroceso porque los precios se disparan apenas aumenta la unidad tributaria”, agregó.
La opinión de Barrios es compartida por decenas de larenses que fueron consultados por La Prensa y que estiman que el ajuste de la UT impactará negativamente en el precio de alimentos que es la principal preocupación de los venezolanos.
“Es bueno el incremento del cestaticket, pero que no deberían subir el precio de los alimentos ni medicinas porque entonces esos 108 mil bolívares se volverán sal y agua”, señaló José Ramírez.
Alejandro Narváez, con un rostro resplandeciente de alegría, expresó que con este nuevo aumento podrá comprar más comida para su casa, aunque dijo que espera que no suban los precios.
Otra de las preocupaciones que manifiestan los guaros con el incremento de la UT, es que comience una ola de despidos o cierre de empresas porque no pueden pagar el salario mínimo integral.
Daniela Nava teme agarrar las vacaciones planificadas para el próximo mes porque piensa que la empresa pueda cerrar las puertas porque les resulte cuesta arriba mantener la nómina.