LA PRENSA.- Para algunos especialistas, políticos y miembros de la sociedad civil, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha cedido demasiado en elementos fundamentales, como la suspensión de las convocatorias a la calle.
Todos los sectores de la oposición coinciden en que “la calle y el diálogo pueden ir de la mano” y que la convocatoria a escenarios en los que se propicia la concordia no debe ser un impedimento para que la alianza opositora siga haciendo llamados a manifestaciones pacíficas, que están dentro del marco de la Constitución.
Considero que fue un error que la oposición cediera de buenas a primeras a desactivar la presión social, que ha sido precisamente el motor que propició el propio diálogo. Ha sido un error táctico que sin embargo, no destruye toda la estrategia política que podría ser más profunda y está esperando un momento más propicio para desplegarse por completo”, expresa Marcos Moreno, especialista en ciencias políticas.
Sin embargo, Moreno también opina que el momento puede haber permitido que la Mesa de la Unidad Democrática haya cerrado filas, y pensado en nuevos mecanismos para convocar a la población venezolana.
“Llamar constantemente a la calle es efectivo, pero tiene un efecto adverso: el desgaste. Creo que ha sido evidente para la población que una marcha planificada con tiempo se traduce en una asistencia masiva, multitudinaria. Pero eso implica una inversión logística que deja exhausta a la Unidad, porque dejar que la población siga su cauce, apostando por la espontaneidad, puede implicar el descontrol, y es lo que ellos están evitando”, considera el politólogo.