Luis F. Colmenárez | LA PRENSA DE LARA.- Las fuertes lluvias que inundaron al menos 10 sectores del municipio Simón Planas despertaron la sensibilidad de cientos de larenses que mostraron el deseo de ayudar a esas familias que en cuestión de horas perdieron enseres, ropa y calzado.
Durante las últimas horas, diversas ONG se han encargado de canalizar ayudas enviadas por fundaciones internacionales, además de integrantes de la sociedad civil que han donado alimentos, medicinas, prendas de vestir y objetos para el hogar.
Camoruco, San Pedrito, 12 de octubre, La Tronadora, Las Vueltas, Gloria de Lara, Sorfina Brito y Torrellero Agrícola fueron algunos de los caseríos que terminaron bajo el agua, por el desbordamiento de los ríos Sarare y Saruro.
Si bien el nivel del agua ha disminuido considerablemente, hasta ayer en horas de la tarde las personas que residen en Torrellero Agrícola se mantenían incomunicadas, pues el río seguía cubriendo la vía que conduce hasta allá.
Jesús Higuera, activista de la comunidad, comentó que siguen recorriendo las diferentes zonas para poder calcular el número de familias que quedó en situación de vulnerabilidad.
Por su parte, el gobernador del estado Lara, Adolfo Pereira, realizó una inspección en el Parque Las Mayitas, donde el desbordamiento del río causó afectaciones dentro del destino turístico, llegando incluso a doblar el portón que da acceso a su interior.
El mandatario regional lamentó lo ocurrido, pues aseveró que se estaba llevando a cabo un proceso de rehabilitación dentro del balneario.
De igual forma, la alcaldía encabezada por Ángel Prado brindó refugio en escuelas del sector a las familias que por diversas razones no han podido regresar a sus viviendas, bien sea por la presencia de agua o por el colapso de la estructura.
Prado informó que han estado llevando agua para que las personas puedan limpiar todo el lodo que cubrió sus hogares y pertenencias. Asimismo, indicó que se restableció el alumbrado público en las zonas afectadas, además de estar realizando jornadas de salud para evaluar a la población.
Cabe destacar que funcionarios de los diferentes cuerpos de seguridad se mantienen desplegados para atender cualquier emergencia que se presente.
Lugareñ;os sostienen que desde hace más de 20 añ;os no vivían una situación como la que les tocó enfrentar la madrugada del miércoles. Afirman que el miedo se apoderó de ellos con tan sólo escuchar los sonidos que emanaban de los ríos, cuyos niveles sobrepasaron su punto máximo e irrumpieron de forma agresiva en diferentes hogares.
En algunos casos, el agua se llevó consigo pertenencias, además de documentos, como pasaportes y títulos de propiedad. Las personas reclaman al Estado jornadas de limpieza, además de la canalización, embaulamiento de los ríos y construcción de gaviones.