Rafael Piña | La Prensa de Lara.- «Son unos ángeles caídos del cielo, será que ahora si nos ayudarán a reparar la tubería para que ya no siga botandose esa cantidad de agua», soltó Eucario Pérez quien vive en la avenida principal de Los Rastrojos, en Cabudare, donde ya tienen cinco meses con un bote de agua y las cuadrillas de Hidrolara les dicen que no tienen los recursos para comprar la pieza de la tubería.
El bote de agua está justamente bloqueando la entrada del estacionamiento de una vivienda donde los inquilinos ya están cansados de hacer mil cosas para guardar sus carros.
Los transeúntes deben caminar por el medio de la calle y evitar que un carro los atropelle, el gran problema que vive la comunidad es que el tubo tiene filtraciones y el agua que está empozada se introduce en la misma tubería y las personas consumen el vital líquido contaminado, además la proliferación de zancudos es inaguantable.
«No mijo, aquí ya nos cansamos de denunciar el bote de agua y nada que nos solucionan el problema. La calle está llena de huecos, el aguacero se bota y muchas comunidades están sufriendo por tener una gotica del líquido» señaló Coromoto Sánchez.
A tres cuadras existe otro bote de agua tras la fisura de la misma tubería donde ya tiene un año y sin ninguna solución por parte de las cuadrillas de Hidrolara.
La misma comunidad se ha movido sin el apoyo del consejo comunal para intentar que reparen la falla. Incluso mencionaron que de seguir con el problema, las personas harán una colecta y ellos mismo compraran los materiales para arreglar la falla que los tienes jalandose los pelos.
La alcaldía de Palavecino les ha dicho que no tienen los recursos para solucionar la falla por lo que ya se le están agotando las instancias gubernamentales para pedir ayuda.