Ana León | LA PRENSA.- Un drama se vivió desde las 8:00 de la mañana hasta pasadas las 5:00 de la tarde en el Registro Principal de Lara, ubicado en el Edificio Nacional, donde 14 trabajadores del Servicio Autónomo de Registros y Notarías (Saren) fueron maltratados y coaccionados a renunciar por inspectores de ese organismo a nivel nacional para que “presentaran sus renuncias o fueran sacados de la entidad por los funcionarios del Sebin”.
Patsy Colmenárez, Pablo Angulo, Miguel Terán, Irving Lugo, Miryelis Rivero, María Verónica Quintero, Juan Guzmán y otros siete trabajadores fueron despojados de sus carteras, celulares, koalas y todos los documentos que estaban en las gavetas de sus escritorios.
Uno a uno fueron llamados al despacho del registrador principal y fue en ese momento que empezó la coacción. Según explicaron los afectados, Nuris Olivo y otro inspector que quedó sin identificar acusaron a los funcionarios de gestionar documentos y cobrar a los usuarios por el servicio.
“Se valieron de los mensajes de texto de los celulares de los funcionarios y los objetos personales encontrados en sus carteras, koalas o bolsos para interrogarlos por largo rato. Luego les hicieron imprimir sus estados de cuenta bancaria y mostrarlos al registrador, la jefa de servicio, el inspector y a Nuris Olivo”, explicó uno de los trabajadores.
Dos de los 14 funcionarios quedaron sin medio al quitarle sus pertenencias. A una le quitaron 24 mil bolívares que sacó del cajero para pagar sus pasajes y a otra 200 mil bolívares que tenía para pagar medicinas.
Tres opciones les ponían sobre la mesa: Que reconocieran que eran gestores, abrirles un proceso administrativo o ponerles los ganchos y ser escoltados por funcionarios del Sebin hasta un recinto penitenciario. Pero por presión firmaron las renuncias y dejaron sus puestos de trabajo.