Ayer en la mañana mis amigos de la comunidad El Rotario 4, justo en la carrera 1 con calle 7, amanecieron caminando entre el barro y viendo cómo hacían para despejar la tremenda obstrucción que hay bajo el puente, porque con solo una lluvia moderada de 30 minutos del miércoles en la noche, la quebrada se desbordó y el agua pasó de largo para las casas.
Ramas, palos, matas y botellas plásticas taparon el paso del cauce. Zulimar Sánchez, habitante de la zona, me contó que esto no es algo nuevo. Me contó a mí, el Guaro Mirón, que tienen como 13 años con el problema de las inundaciones y desde hace tres, la comunidad sigue esperando que desde la alcaldía les den respuesta del proyecto de ampliación del puente para que el agua drene y evitar que se desborde.
Reporte del Guaro Mirón
Los que allí se encontraban decían que la gente de las comunidades que están más arriba deben poner de su parte, porque ¡Ah buen pocotón de desechos han tirado allí! Así sería la fuerza y la cantidad de agua que llevaba la quebrada que los arbustos de la orilla estaban inclinados.
Mi pana Fernando Travieso vive al frente de la quebrada. Pasada las 10:00 de la mañana, todavía estaba en shorts porque tenía que limpiar la casa junto a sus familiares que se les anegó de agua sucia. Me dijo a mí, su amigo, el Guaro Mirón, esto: «Los cuartos, los muebles y todo en la casa se mojó. El agua entró y eso que la lluvia no fue fuerte, pero sí lo suficiente para que la quebrada se desbordara y nos afectara. Es necesario que se haga algo al respecto porque ahora es cuando vienen las lluvias«.
Hace como 18 años no había puente; las personas cruzaban de un lado a otro de la quebrada por el lecho. El gobierno colocó unos cajones con la finalidad de hacer el puente, pero se fueron y no volvieron. A la comunidad no le quedó otra que organizarse, rellenar los espacios y hacer el puente por sí mismos, pero ahora necesitan que se amplíe.