Guaro Mirón | La Prensa.- En esta ocasión andaba por los caminos verdes de la zona norte y al salir por la calle 4 hacia la vía principal de El Trapiche me encontré con esta laguna que ocupa casi toda la calle.
Pensaba atravesar el charco que a simple vista no parece profundo pero antes de mí iba saliendo uno de los camiones de la basura que tienen bastante altura y unos buenos cauchos y aún así me sorprendió ver que más de la mitad de las ruedas quedaron sumergidas en el barro.
Muchos vehículos que no son de la zona se confían y quedan anclados en la calle tal y como casi me sucede a mi, de no ser por el camión que me alertó que mi carro no tiene la capacidad de pasar por ese charco de gran profundidad.
Cuando di la vuelta venían varios residentes como si los estuviesen persiguiendo brincando de piedra en piedra con rapidez para llegar rápido al otro lado, les pregunté porqué corrían y me dijeron que muchos inconscientes pasan a toda velocidad en sus camionetas 4×4 mojando a niños adultos y hasta ancianos, no miran a quien bañan de barro.
Vecinos tienen tanto tiempo corriendo para pasar la laguna que ya hasta perdieron la cuenta de cuántos años tiene el tormento en medio de la calle.