Víctor A. Rodríguez | LA PRENSA DE LARA.- Un soberbio partido del capitán Harry Kane, encaminó a Inglaterra a lo que será su primera final en la Eurocopa en su historia que se disputará en su casa: en el mítico estadio de Wembley y con el público a su favor. Vencieron 2-1 en la prórroga -y con algo de polémica- a una Dinamarca que se ganó el respeto del mundo por su actuación en el torneo.
Los daneses que mostraron gallardía luego del triste suceso con su máxima figura Christian Eriksen, superó las dificultades y en el encuentro de semifinal ante los ingleses tomaron la delantera con tanto de Mikkel Damsgaard al minuto 30 desde tiro libre que cobró con gran potencia y no pudo hacer nada el portero Jordan Pickford.
Sin embargo los «Tres Leones» respondieron rápidamente nueve minutos después. En una buena jugada colectiva terminó en autogol del defensor Simon Kjær que trató de despejar pero desafortunadamente la metió en su arco, igualmente si la fuera dejado pasar, ya estaba Raheem Sterling para empujarla.
La dinámica del encuentro era muy buena siendo los locales que dominaban más, pero el guardameta danés Kasper Schmeichel se creció para mantener vivo el partido.
El encuentro se fue igualado a la prórroga cuando llegaría la polémica. Sterling cayó dentro del área tras un golpe leve que el árbitro presenció que fue suficiente para pitar penal, a pesar de que fue revisado por el VAR, no se cambió.
Kane disparó y Schmeichel lo detuvo pero el rebote favoreció al atacante y la mandó hasta el fondo de la red para el 2-1.