LA PRENSA.- Ángel di María tiene muchas papeletas para acabar este mercado como nuevo jugador del Fútbol Club Barcelona. El club azulgrana, que sigue sin cristalizar ninguna de las operaciones en las que está enfocado, encabezadas por Dembélé y Coutinho, ve con muy bueno ojos la llegada del ‘Fideo‘, aunque tenga que ser tras negociar su traspaso con el PSG, con el que las relaciones, lógicamente, no son las mejores actualmente.
Di María firmó con el PSG en 2015 un contrato de cuatro temporadas, por lo que su salida es más que factible este verano, teniendo en cuenta que ha habido más de un desencuentro con Emery, que el PSG necesita vender para cumplir el juego limpio financiero tras pagar 400 millones por Neymar y Mbappé y que, de no salir este verano, se plantaría en julio de 2018 en último año de contrato y abocado el club parisino a una venta muy a la baja. Su precio, una incógnita, aunque las tres partes, esta vez, sí parecen dispuestas a un acuerdo.
Esta vía lleva abierta semanas, aunque parezca que el club azulgrana tan sólo trabaje, por ahora sin éxito, en las llegadas de un Coutinho y un Dembélé cuyos clubes, Liverpool y Dortmund, están televisando los movimientos del Barça con sendos comunicados oficiales. El PSG, por su parte, necesita vender para equilibrar el fair play financiero. Y Di María es candidato a ser una de la ventas, porque además el rosario tiene mercado.