Julián Alvarado | LA PRENSA DE LARA.- Ser campeón del fútbol venezolano es la principal meta que se plantea cualquier conjunto antes de empezar una temporada de la Liga Futve. El honor de ser campeón solo se lo puede llevar un elenco y allí es cuando otros lugares en la tabla de posición también resultan atractivos para los participantes; por la razón de que garantiza la clasificación a torneos internacionales, que a la postre se traducen en mayor ingreso para las organizaciones.
Finalizar la temporada con un cupo internacional es poder solventar los problemas económicos que suele presentar una institución en Venezuela. Un equipo que logre encadenar algunos títulos locales, pero sobre todo garantice participación constante en escenarios internacionales como la Copa Libertadores o la Copa Sudamericana, es un cuadro que en teoría debería mantener el estado económico de forma óptima.
Ante la innegable y devastadora realidad del balompié criollo, donde gran parte de los conjuntos se atrasan por muchos meses con los salarios, genera polémica que elencos con experiencias en la dos mejores copas del continente en sus últimas ediciones, no cumplan con sus pagos al día. Independientemente de si el equipo clasifica o no a instancias internacionales, el deber de las directivas es estar al día; pero que equipos que perciben desde 250.000 dólares hasta 4.000.000 de dólares extras por participaciones internacionales no estén al día, es lamentable.
Conmebol develó las primas a otorgar por Sudamericana y Libertadores en las ediciones que están por finalizar.
Deportivo Táchira, que jugó seis partidos de fase de grupo de Libertadores y algunos encuentros de Sudamericana, deberá recibir a final de temporada 4.100.000 dólares.
Caracas FC en el plano internacional logró acumular 3.000.000 de dólares por participación.
La Guaira y Metropolitanos 1.125.000 dólares. Monagas SC 500.000 dólares y Deportivo Lara 400.000 dólares.
Hermanos Colmenárez y Estudiantes de Mérida, recibirán la suma de 225.000 dólares.
Cada equipo tiene sus gastos de logística, pago de impuestos y diversos egresos, que hacen que esos montos no sean una ganancia neta, sin embargo, buena parte del dinero debería ser un aliciente para las organizaciones y la oportunidad perfecta de ponerse al día con sus trabajadores.
