Julián Alvarado Rivas | LA PRENSA DE LARA.-& ;Severos problemas financieros de las organizaciones deportivas, falta de exigencias en las sanciones por parte del ente rector, estadios en malas condiciones, profesionales que pasan meses sin cobrar sueldos por su trabajo y amenazas de perder sus puestos en los equipos por sacar a la luz los problemas internos de los clubes, son constantes problemáticas presentadas en el fútbol profesional venezolano.
Las repercusiones causadas por Eduardo Saragó (entrenador caraqueño) en su efímero segundo período con el Deportivo Lara, terminaron de encender las alarmas en el balompié criollo.
El ahora entrenador del Deportivo Táchira, solamente estuvo en el cargo como director técnico del rojinegro en un partido, porque decidió renunciar tras el incumplimiento de la directiva; la cual había garantizado saldar todas las deudas del equipo con la actual plantilla para que Saragó asumiera el cargo.& ;
La acción ejercida por el director técnico y los comentarios que compartió en entrevistas a medios nacionales sobre la falta de implementos deportivos para los entrenamientos del conjunto larense y la realidad de muchos jugadores que asistían a los entrenamientos sin desayunar, detonaron nuevamente las investigaciones al atropello que los futbolistas reciben.& ;
Marlon Fernández, jugador icónico del Deportivo Táchira, fue protagonista de un video que se viralizó y terminó de desnudar las deficiencias del fútbol en Venezuela.
El mediocampista ofensivo, posterior al término de un encuentro y tras recibir el elenco aurinegro muchas críticas por caer derrotado, hizo referencia ante los aficionados asistentes que muchas personas no conocen la realidad del equipo y que hay hijos de integrantes del Táchira que tienen que comer «pan con agua».& ;
Las declaraciones de Fernández desataron un gran número de comentarios en redes sociales y, aunque días después el deportista salió a ofrecer disculpas mediante su cuenta oficial de Instagram, el revuelo causado terminó de evidenciar la crisis actual.
Cada uno de esos detalles son parte de las constantes y apremiantes situaciones que padece una disciplina que tiene más de 65 años a nivel profesional en Venezuela: el fútbol.
Actualmente, el Deportivo Táchira, Deportivo Lara, UCV FC, Zulia FC, Aragua FC, Deportivo La Guaira y Estudiantes de Mérida son instituciones pertenecientes a la Primera División del fútbol de Venezuela que mantienen deudas con sus jugadores.
De los siete conjuntos anteriormente mencionados, tres de ellos llegaron a la instancia de recibir comunicados firmados por cada uno de los integrantes de las respectivas plantillas, informando a los medios y personas allegadas al balompié criollo que los dirigentes no se están haciendo cargo de sus responsabilidades.
«Lo que está pasando en el fútbol de Venezuela es un mal que pareciera, lamentablemente, que nunca se va a terminar.& ;Ya son muchas temporadas donde gran parte de los equipos incumplen con los contratos y no son responsables en el pago con sus jugadores», enfatizó Klon Pérez, periodista venezolano, que la anterior y la presente temporada ha logrado indagar y dar a conocer la situación de muchos equipos criollos.
Táchira, siendo un equipo grande de Venezuela y actual campeón de la liga, al momento de hacerse público el comunicado contaba con tres meses de deuda con sus futbolistas y algunos premios pendientes. A la fecha, mediante un acuerdo entre la directiva y los implicados, la institución atigrada logró cancelar dos meses de salario a cada jugador. Sin embargo, está la inconformidad latente en la plantilla.
Aragua FC, conjunto que milita en la última posición de la tabla de clasificación, tenía una deuda de seis meses con sus jugadores; recientemente pagaron un mes y aún quedan pendientes cinco meses.
El estado de los aurirrojos es tan deplorable, que hace par de semanas seguidores del elenco venezolano llevaron una merienda y se las entregaron a los protagonistas del juego al finalizar un encuentro de la Liga Futve.
Los directivos de Estudiantes de Mérida, otro elenco de trayectoria en Venezuela, también han incumplido con sus obligaciones y adeudan cuatros meses a sus trabajadores.
Deportivo Lara (4 meses), UCV FC (2 meses) y Deportivo La Guaira (3 meses) se suman a los combinados que no están cumpliendo con el salario de sus trabajadores.& ;
Academia Puerto Cabello y Mineros de Guayana, hasta la fecha, serían uno de los pocos equipos al día en Primera División. Por su parte, en la categoría de plata la historia sigue siendo idéntica; Libertador FC (4 meses), Academia Anzoátegui (3 meses), Trujillanos FC (2 meses) y Llaneros de Guanare (5 meses) mantienen deudas.
«Al jugador le da miedo demandar al equipo porque él quiere demostrar que puede estar activo y que otro equipo lo puede fichar. Además que la estructura para los reclamos es demasiado lenta y tediosa», informó José Ramón López, presidente de la Asociación Única de Fútbol en Venezuela, con respecto a que los lineamientos, sanciones y cámara resolutiva favorece muchísimo más a las directivas que a los futbolistas.& ;
Muchos factores que confabulan para que la solución no sea rápida ni efectiva. Según comunicó López, al momento de un reclamo; primeramente hay un aviso a la institución por parte de la cámara de resolución y disputa del fútbol venezolano, posteriormente pasado 10 días el jugador procede con la demanda, que tarda de tres a cuatro meses en concretarse y luego de esos cuatro meses que el club no paga, le dan 45 días a la entidad para cancelar.
«El protagonista del juego se encuentra en desventaja. Sufre sin tener el poder adquisitivo que merece por fruto de su trabajo y a la hora de demandar, los tiempos son muy largos para las respuestas», sostuvo López.
Cada año se va repitiendo la problemática, tal vez con viejos o nuevos nombres en las dirigencias, pero el gran afectado es el fútbol venezolano. Deporte que cuenta con dolientes y personas con intenciones de hacer las cosas bien y a su vez tiene la presencia de individuos que, pareciera, piensan sólo en el estatus y/o estabilidad individual.